Garbajosa: “Siempre llevaré mi camiseta debajo del traje”
Por pasión y carisma, su discurso remite más a una arenga de vestuario que a un mitin electoral. Hace justo cuatro años, Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz, Madrid, 38 años) dejó el baloncesto profesional tras jugar una década en la ACB, cuatro años en la LEGA italiana, uno en la Superliga rusa y dos en la NBA, y ahora ha trasladado sus retos de la cancha a los despachos. Con 167 internacionalidades en su currículo y media docena de medallas con la selección junto a los júniors de oro, uno de los líderes de la generación que cambió la historia de la canasta en España se ha embarcado en la misión de intentar presidir la Federación.
Pregunta. ¿Qué le llevó a presentar su candidatura?
Respuesta. Cuando terminé de jugar, en 2012, comencé a trabajar en la Federación en labores de promoción, pero no me sentía cómodo. Les propuse dar un giro hacia la gestión que era para lo que me estaba formando y ahora me considero capacitado para dar este paso. Cuando en diciembre ocurre lo que ocurre con el presidente actual, José Luis Sáez [expedientado por el TAD por presuntos cargos de gastos particulares a las cuentas federativas], una serie de personas dentro de la FEB dimos un paso al frente, nos excedimos en nuestras competencias en el mejor sentido, e intentamos que la casa dejara de tambalearse. Creo que lo conseguimos. Desde que entré aquí tengo en mente cómo sería mi Federación de futuro y, cuando empecé a comentarlo con distintos estamentos, a la gente le gustó. Entonces, decidí presentarme. Sé dónde me meto. Los deportistas nos movemos por retos.
P. ¿Faltan deportistas en los despachos?
R. Los deportistas que se hayan formado para la gestión tienen un valor añadido. Tenemos una visión diferente, seguro. En el baloncesto hay un gran movimiento en esa línea con Kirilenko en Rusia, Erdenay en Turquía, Sabonis en Lituania, Tomasevic con Serbia, Nesterovic con Eslovenia…, todos en puestos de máxima responsabilidad. No es una moda. Somos gente que hemos entregado la vida a esto y ahora tenemos mucho que aportar. En la pista nunca me he escondido. Cuando me ha tocado liderar un equipo lo he hecho con todas las consecuencias y ahora creo que me ha llegado mi momento en la FEB.
P. ¿Con qué parte de la gestión de Sáez se queda y qué cosas quiere cambiar?
R. El pasar de un presupuesto de cuatro millones de euros con un 60 o 70% de ayudas públicas a uno de 20 millones con un 90% de inversión privada es un éxito de gestión. Ser segundos en el ranking FIBA masculino y terceros en el femenino, conseguir decenas de medallas en categorías de formación, los campeonatos nacionales y autonómicos, los torneos internacionales organizados, la RSC [responsabilidad social corporativa]. Esos son grandes éxitos. Dentro de los déficits a mejorar: las ligas de la FEB: LEB Oro, LEB Plata... No sé si la palabra es abandonadas pero no se ha invertido el tiempo y el dinero necesarios. Mi programa recoge la creación de una comisión de expertos para obtener propuestas de futuro viables, con recursos.
“El baloncesto necesita una gran sentada en la que todos cedan por el bien común”
P. Federación, ACB, Euroliga, FIBA, NBA... ¿No hay muchos baloncestos?
R. Para construir, el primer gran desafío es la unidad. Tenemos un núcleo de apasionados del baloncesto que hay que cuidar, pero tenemos una gran proyección para crecer. Este es un deporte amable y de éxito, pero estamos instalados en el conflicto continuo y echamos al aficionado medio. Es necesaria una gran sentada sabiendo que todos tenemos que ceder para lograr el bien común. Organizaciones, federaciones, clubes, jugadores, entrenadores, árbitros... todos, debemos crear un paraguas que nos agrupe bajo un objetivo común. Ir por separado nos hace pequeños y no podemos permitírnoslo. Se ha perdido la perspectiva. Mi figura puede ser importante. No porque al día siguiente de mi llegada se vaya a solucionar todo y vayan a llover los patrocinadores, pero sí para aglutinar voluntades. Empieza una época nueva y todos tienen que sentir que hay un cambio.
P. Entre los dilemas de la ACB, ¿qué opinión le merece el canon, los pasaportes y los cupos?
R.La Federación tiene que ser parte de la ACB y viceversa, respetando su autonomía de gestión pero siempre con un proyecto común. Como punto de partida son claves lo criterios de competición. El canon actual de la ACB está fuera de mercado pero si se elimina totalmente puede crear unos graves agravios comparativos. Al margen de lo que dictamine la CMC lo que podemos intentar es favorecer una transición de ascensos y descensos. Es mejor para la LEB, pero sobre todo para el baloncesto. Ver ciudades nuevas en la ACB, ver patrocinadores nuevos, esfuerzos para hacer equipos competitivos para no bajar…esa transfusión de equipos arriba y abajo es importante. Y lo que se gana en la cancha se tiene que intentar respetar fuera de ella. El tema de los pasaportes no ayuda nada a la buena imagen del baloncesto. En cuanto a los cupos, yo creo en el jugador nacional y en el jugador de formación. Es esencial la permanencia de los jugadores para consolidar proyectos de éxitos. Lo ha demostrado el Madrid por ejemplo. La identificación del aficionado es un aspecto clave en este deporte y eso pasa por los jugadores de referencia. Muchas veces, las circunstancias mandan, pero si en una temporada pasan 20 jugadores por tu equipo y se cambia hasta de nombre, es muy difícil.
P. ¿Parte con alguna hipoteca por haber formado parte del equipo de Sáez?
R. Este es un proyecto nuevo, con mi programa y mis ideas. He tenido el privilegio de trabajar en la Federación cuatro años y he podido aprender de lo bueno y de lo malo. No soy ni continuista ni rupturista, simplemente quiero mantener lo que se ha hecho bien y cambiar lo que no. La imagen de la Federación tiene que ser impoluta, por eso es clave la figura del director de cumplimiento. Una persona externa, integrada en la FEB, con responsabilidad jurídica para valorar las cuentas, procesos y adjudicaciones. Tener la policía en casa da la tranquilidad de que todo lo que se haga va a ser limpio y transparente.
P. ¿Le ha dado algún consejo José Luis Sáez?
R. Me dijo que si estaba convencido, le contesté que sí y me deseó suerte. Ha seguido siendo mi jefe hasta que presenté mi candidatura, y trabajé con él y con José Antonio Montero para solucionar el tema de las sanciones de FIBA, pero, como candidato, hace tiempo que voy por libre.
“Entre mis ex compañeros hay dos tendencias: ‘Ya era hora’ y ‘¡dónde vas!”
P. ¿Sus excompañeros le han animado?
R. Ha habido dos tendencias. La de “ya es hora de que haya un deportista en puestos de responsabilidad” y la de “¡dónde te vas a meter!”. Me siento muy orgulloso de su apoyo. Alguno de ellos me ha ayudado a decidirme. Ellos saben que si me meto en esto no es por un calentón ni por un ataque de ego, sino por responsabilidad y amor a la casa. Mis hechos me avalan. Siempre llevaré mi camiseta debajo del traje.
P. Venda su programa con corbata y con camiseta de tirantes.
R. Con corbata: apuesto por separar las funciones políticas de las ejecutivas en los órganos directivos; quiero implantar la figura del director de cumplimiento; establecer los fondos de desarrollo; crear la comisión de expertos para las Ligas de la FEB; impulsar el proyecto Universo Mujer; optar a ser una de las sedes del Europeo masculino de 2021 y relanzar el Mundial femenino de 2018; crear convenios de colaboración que permitan internacionalizarnos; tender puentes de diálogo para diseñar un calendario coherente respetando al jugador; revisar el convenio con la ACB... Y con la camiseta, pues eso, que a ganas de trabajar, a motivación, a amor por esto no me gana nadie. Quiero recuperar el peso del baloncesto en la sociedad. Me sobra pasión.
“Pau Gasol solo hay uno, pero seguiremos siendo competitivos porque hay talento”
P. ¿Los Juegos de Río son el colofón de esta generación?
R. La lógica dice que sí, pero la ambición de estos señores es hasta ilógica. Esta selección tiene dos grandes méritos además del Mundial, las platas olímpicas y las medallas europeas. Uno es la regularidad competitiva: siempre ha estado entre las que ganan. Luego el triple de Nocioni no entra y el de Teodosic sí, pero el mérito es estar siempre ahí. Y dos es el haber superado la barrera de los deportistas para convertirse en referentes sociales. Estos jugadores… iba a decir “han”, pero joder “hemos” roto esa barrera.
P. ¿Cómo ve la transición deportiva?
R. La transición pasa por los que ya están. Pasa por Llull, por Sergio Rodríguez, por Ibaka y Mirotic, que ojalá algún día jueguen juntos; está Ricky, Willy y Juancho Hernangómez… La necesidad es que todos sigan sintiendo que la selección es su familia. Mientras sigan viniendo con esa actitud seguiremos siendo competitivos porque talento tenemos para aburrir. Pau Gasol solo hay uno, pero todos tienen un gen competitivo innato. Han aprendido de la generación de oro y han roto barreras mentales. Ese es un legado indeleble para los que están y para los que vendrán.
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