Dovizioso logra la pole en Assen por delante de Rossi

Fue una jornada trufada de accidentes. Uno de los primeros en rodar por la grava que frena la caída en la curva siete fue Jorge Lorenzo, que andaba un poco falto de confianza en este trazado, de curvas muy rápidas y cambios de dirección muy exigentes. La lluvia no ayudó a mejorar sus sensaciones con una pista que hace unos años era una de sus preferidas y ahora parece atragantársele más de la cuenta. Allí también cayó poco después Pol Espargaró. En la siguiente sesión también se iría al suelo, ya bajo una cortina de agua que no cesó hasta los últimos minutos de la sesión de clasificación, Dani Pedrosa.

Y así, entre la complejidad de la pista y las inclemencias del tiempo se fue complicando el día para dejar una primera fila inédita: la pole position fue para Andrea Dovizioso, que le da la primera posición de la parrilla a Ducati por primera vez desde el gran premio de Italia del 2015. Tras él, el hombre que mejor conoce la pista, Valentino Rossi, a siete décimas. Y en tercer lugar, más lejos todavía (a un segundo), Scott Redding, para dar buena muestra de que las Desmosedici se desenvuelven bien en este circuito. Falló Iannone, que se quedó a 2,3 segundos, pues se la jugó con los neumáticos intermedios al ver que la lluvia disminuía en los momentos finales, pero no bastó para que se secara la pista: apenas se formó un pequeño carril, pero todavía quedaban demasiados parches de agua. De todas maneras, de poco le importaba, pues tendrá que salir desde la última posición de la parrilla, sancionado como está tras el choque con Lorenzo en la carrera del GP de Catalunya.

Márque se cayó, tomó prestado el 'scooter' del fotógrafo de Rossi, volvió al box y en dos intentos se metió cuarto

En el cuarto puesto, meritoria su clasificación final, se coló Marc Márquez, que volvió a hacer de las suyas. Aunque se cayó apenas iniciada la clasificación, cuando empezaba su primera vuelta lanzada, salvó el error en los compases finales. Y acabó pidiendo disculpas al jefe, Takeo Yokoyama, director técnico de HRC, que le felicitó con una palmadita en la espalda. El español se apresuró a regresar al box. En cuanto se levantó del suelo, corrió, como siempre. Encontró un scooter con las llaves puestas. Miró alrededor. Encontró una cara conocida. Y recibió la aprobación. Era Tino Martino, uno de los fotógrafos de cabecera de Rossi, que no dudó en hacerle el favor. ¿La cojo, eh?, pareció advertir Márquez con un gesto, aunque ya estaba montado en ella. Y se largó. Cuando llegó su equipo aún estaba preparando la segunda moto para que saliera a pista. Le quedaron cuatro minutos. Y le dio para dos vueltas rápidas. En el último instante se coló entre los mejores: segunda fila, a 1,1 segundos de Dovizioso. Suficiente.

Fue mucho más de lo que hicieron pilotos como Lorenzo, que saldrá 11º, o Pedrosa (16º, pues ni siquiera se clasificó para la Q2), que también sufrieron sendas caídas este sábado, aunque por la mañana. O Viñales, que también tuvo un accidente nada más empezar la clasificación y que saldrá 12º, justo al lado de Lorenzo. La pista no estaba para muchas florituras, pero las previsiones meteorológicas apuntan a que el escenario puede ser parecido este domingo. Solo tipos como Márquez son capaces de hazañas como esta.