España, por la ruta de los campeones

Patinó España frente a Croacia (2-1) cuando casi nadie lo esperaba, en el instante más inoportuno. La Roja, guiada por un Andrés Iniesta excepcional, había rubricado dos victorias esperanzadoras frente a la República Checa (1-0), en el estreno, y unos días después contra Turquía (3-0). La noche del martes, sin embargo, gripó contra Croacia, que pese a no poder contar con varios de sus referentes en el once (Modric por encima de todos) logró remontar el gol de Morata (minuto 7). La espuela de Kalinic (m. 45) y el contragolpe letal culminado por Perisic (m. 87), cuando se agotaba el tiempo, complicaron sobremanera la ruta de La Roja hacia la final que se disputará en Saint-Denis (10 de julio).

Ahora la selección dirigida por Vicente del Bosque enfila una senda de lo más complicada, con al menos tres campeones europeos y cuatro mundiales en el horizonte. Para empezar, el próximo lunes, a las 18.00, se enfrentará a Italia, primera del grupo E. Los triunfos previos ante Belgica (2-0) y Suecia (1-0) emparejaron a los transalpinos con España, ya antes de su tercer choque. No es, desde luego, un rival apetecible. La Roja les goleó (4-0) en la final de hace cuatro años, pero Italia es siempre un adversario aguerrido. Cuatro trofeos mundiales y uno europeo (1968) así lo acreditan.

En el caso de batir a la selección de Antonio Conte, los hombres de Del Bosque se toparían en un principio con Alemania, si esta supera los octavos ante Eslovaquia, otro oponente de máxima jerarquía. Primera del grupo C, con dos victorias (2-0 contra Ucrania y 0-1 con Irlanda del Norte) y un empate (0-0 con Polonia), la selección germana es la actual campeona del mundo e históricamente es una fija en las rondas finales de las competiciones. A sus cuatro coronas mundiales suma tres más continentales (1972, 1980 y 1996).

Octavos de final

Si se cumplen los pronósticos, en las semifinales, Francia sería teóricamente el escollo. Otro equipo de máximo pedigrí, rocoso y con individualidades. A pesar de no haber desplegado un juego brillante, los de Didier Deschamps avanzan con paso firme en su torneo. Al factor de ser anfitriona se suma además su historial, que recoge dos tronos europeos (1984 y 2000). Eso sí, Les Bleus deberían apear a Irlanda e Inglaterra antes de un hipotético cruce con España. Italia, Alemania y Francia (o Inglaterra) es el presunto trazado para España, más complejo de lo que se preveía. De haber arañado un punto frente a Croacia, tan solo un empate, España hubiera tenido que transitar por el otro lado del cuadro, a priori mucho menos hostil.

En definitiva, los cruces de los octavos de final de la Eurocopa de Francia son los siguientes: Suiza-Polonia, Croacia-Portugal, Gales-Irlanda del Norte, Hungría-Bélgica, Alemania-Eslovaquia, Italia-España, Francia-Irlanda e Inglaterra-Islandia.