De Simoncelli a Revel: 31 muertes en los últimos 45 años

Cinco años después del fallecimiento de Marco Simoncelli en el GP de Sepang, el motociclismo vuelve a estar de luto. Luis Salom, piloto español de 24 años, ha fallecido este viernes en Montmeló después de sufrir un grave accidente en los entrenamientos libres del GP de Catalunya. Salom es el cuarto piloto de motos que sufre un accidente mortal en lo que va de siglo, el número 31 en los últimos 45 años, desde 1971. Ese año, el francés Christian Ravel perdió la vida en el circuito de Spa, en Bélgica. La muerte de Salom llega casi un año después de que los pilotos de superbikes Dani Rivas y Bernat Martínez fallecieran tras sufrir un accidente en California en el arranque de una carrera del campeonato de Estados Unidos.

A pesar de que entre los tres últimos accidentes mortales que se han sucedido en el campeonato del mundo de motociclismo han pasado algo más de cinco años, este tipo de desenlaces, tan habituales en el pasado, afortunadamente son cada vez menos frecuentes debido al aumento de la seguridad de los distintos estamentos que interactúan en el certamen. Antes de la muerte de Tomizawa en San Marino (2010), el último piloto en perder la vida fue otro japonés, Daijiro Kato, que falleció en el Circuito de Suzuka en 2003, como consecuencia de las lesiones que se hizo al irse recto y estrellarse contra las vallas de protección durante la carrera de MotoGP. La de Salom supone la octava muerte en 28 años de un piloto alistado en el Mundial, un campeonato en el que hace no tantos años era demasiado habitual vivir episodios como el que este mediodía se ha vivido en Montmeló. Los prototipos de MotoGP pesan cerca de 150 kilos y pueden alcanzar velocidades superiores a los 310 kilómetros por hora, una combinación que genera unas inercias tremendas y peligrosísimas. 

Un pasado trágico

Antes de Kato, Nobouki Wakai, también nipón, murió en el Gran Premio de Jerez de 1993 al arrollar a un aficionado italiano que merodeaba por el carril de los garajes mientras se disputaban los ensayos de dos y medio. En 1989, durante el Gran Premio de Alemania de esa misma cilindrada, el venezolano Iván Palazzese perdió la vida en Hockenheim cuando su Aprilia golpeó a la de Fabio Barchitta.

Sin embargo, atrás quedó ya aquella época en la que el italiano Giacomo Agostini se cuadró y decidió negarse a disputar el Tourist Trophy de la Isla de Man, en 1973, como medida de protesta por las escasas medidas de seguridad de la prueba, que se cayó del calendario en 1977 (el Gran Premio de Gran Bretaña pasó a disputarse en Silverstone) tras las muertes de Gilberto Parlotti (1968) y de Santi Herrero (1970), entre otros. Fue una época en que hubo tantos muertos que resulta casi imposible contabilizarlos todos hasta por la actual organización.