La fiscalía retiene el cadáver de Palazzese para investigar el accidente mortal de Hockenheim
El cadáver del piloto venezolano Ivan Palazzese, de 27 años, fallecido el pasado domingo tras sufrir un espectacular accidente en el circuito alemán de Hockenheim, se encontraba ayer retenido por la fiscalía de Manheim, que investiga el caso. En el suceso, uno de los más graves de la historia del Mundial de motociclismo, también se vieron implicados el italiano Fabio Barchitta, que puede quedar paralítico, y el francés Bruno Bonhuil, en estado crítico.
Un portavoz de la Embajada de Venezuela en Bonn informó ayer a. la agencia Efe que, una vez finalizadas las investigaciones, el cadáver de Palazzese se trasladará a Italia, donde será enterrado. Según todas las informaciones recogidas, Palazzese falleció durante su traslado en helicóptero a un hospital, mientras los médicos le practicaban una traqueotomía y trataban de reanimarle. Su esposa, presente en el circuito, regresó a Venezuela inmediatamente después de la muerte de su marido debido a que se encuentra embarazada de siete meses.El estado de los otros pilotos implicados en el accidente es muy grave, pese a que la organización trató de minimizar su importancia en los primeros momentos. El francés Bonhuil, con fracturas del brazo, cadera y pierna izquierda, continúa en estado crítico, en contradicción con las noticias facilitadas por la organización el domingo por la tarde en el sentido de que ya estaba fuera de peligro. El italiano Barchitta, que sufre fractura de una vértebra, puede quedar paralítico de medio cuerpo. Barchitta y Palazzese chocaron cuando ambos intentaban evitar el encontronazo con el austriaco Andreas Preining, cuya moto acababa de griparse. Bonhuil, que venía detrás de ellos, no pudo eludir el encontronazo con el cuerpo de Palazzese.
Críticas
La Prensa alemana occidental, por su parte, criticó ayer con suma dureza los fallos de la organización del Gran Premio de la República Federal de Alemania, disputado en el circuito de Hockenheim, al considerar que la carrera se interrumpió demasiado tarde y los equipos de rescate no actuaron con la prontitud necesaria.El diario Express tituló: "Drama mortal; escándalo en Hockenhem". Y señaló que, mientras Palazzese recibía las primeras atenciones, "otros pilotos circulaban a gran velocidad junto al lugar del accidente y la carrera fue detenida demasiado tarde".
Las críticas hacia la organización fueron múltiples. Tanto los pilotos como los jefes de equipo lanzaron una doble acusación al director de carrera y a los comisarios de pista. Al primero le acusaban de haber tardado demasiado en suspender la prueba cuando todo el mundo se dio cuenta de que el accidente había sido muy grave. Eso retrasó la llegada de las asistencias hasta los heridos.
La segunda acusación se refería a la forma tan inocente utilizada por los comisarios de pista para avisar a los pilotos de que la prueba estaba suspendida. Los comisarios agitaron la bandera amarilla, pero eso no fue suficiente para que los pilotos, enzarzados en una dura lucha, frenasen. La llegada masiva al lugar del accidente a gran velocidad pudo provocar una catástrofe, pues fueron varios los pilotos que sufrieron salidas de pista y hasta caídas, como Carlos Cardús, afórtunadamente sin consecuencias.
Federico Pulido, manager de Palazzese, responsabilizó ayer a la organización alemana de la muerte de su protegido. "Hubo negligencia por parte de la organización al no parar rápidamentela carrera, dada la gravedad del accidente", declaró Pulido a la cadena COPE. "En lugar de suspender,de inmediato la prueba, la dirección y los banderilleros mostraron la bandera amarilla como diciendo que 'el show debe continuar'".
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