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Murray emerge ante Djokovic

A una semana de Roland Garros, el escocés se adjudica el título de Roma con un triunfo categórico (doble 6-3) frente al número uno. Nole pierde su primera final desde agosto, también frente al británico

Alejandro Ciriza
Andy Murray celebra su victoria ante Djokovic en Roma.
Andy Murray celebra su victoria ante Djokovic en Roma. TIZIANA FABI (AFP)

En el Foro Itálico de Roma, bajo un manto de nubes grisáceas, una escena prácticamente insólita. Novak Djokovic, el hombre que hasta este domingo acumulaba 10 triunfos consecutivos en finales, el campeón que no cede ni un resquicio, caía frente a Andy Murray sobre la arena romana: doble 6-3 para el escocés, después de una hora y 35 minutos. Rompió el escocés la serie del rey del tenis, en un episodio que para nada es casual. Fue Murray el último que consiguió batirle en un capítulo definitivo, con un trofeo en juego; lo hizo en Montreal, el pasado verano, y repitió en la capital romana, donde refrendó su progresión en tierra y presentó credenciales de cara a Roland Garros.

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Triunfo de impacto el de Murray, soberbio, con 12 títulos del Masters 1.000 ya en sus vitrinas (uno más que Pete Sampras) y una exhibición que supone todo un aviso de cara a la cita que se avecina dentro de una semana en París. Constató el británico que su progresión sobre polvo de ladrillo en un hecho y que hoy día, si alguien tiene boletos y nombres para encontrarle las cosquillas a Djokovic, ese es él, el cuarto integrante del histórico Big Four.

Se cerró la gira previa al grande francés con un reparto de lo más equitativo, que augura emociones fuertes en la Philippe Chatrier: una corona para Rafael Nadal (Montecarlo), otra para Nole (Madrid) y otra para Murray, que con una propuesta extraordinaria de juego logró sacar de sus casillas al número uno. Porque, más allá del resultado, no es común verle a Djokovic fuera de sí, maldiciendo, amagando con estrellar la raqueta contra el barrizal en el que se convirtió esta vez la central romana, por efecto de la lluvia que cayó durante todo el fin de semana y también ayer, a lo largo de una hora.

“Alguien se va a hacer daño, alguien se va a hacer daño aquí”, le recriminaba el serbio al juez de silla, cuando el partido enfilaba la recta final y su adversario ya acariciaba la victoria. El agua, evidentemente, incidió; formó una superficie pastosa e inestable sobre la que no era fácil encontrar los apoyos ni controlar los deslizamientos. Y fue Murray, criado bajo las tormentas de Dunblane, el que mejor se amoldó a esa situación oscilante. Sirvió como los ángeles (82% de puntos retenidos con sus primeros servicios) y enseñó el camino para doblegar al de Belgrado, el aliño perfecto de concentración, regularidad y ritmo con el que torpedear los contrafuertes del serbio.

29º cumpleaños, 36º título de la ATP

No estuvo cómodo Djokovic en ningún instante. Selló el primer parcial con tan solo cuatro golpes ganadores, con una cifra inusual de errores para él (14) y sin gozar de una sola oportunidad de romper el saque del escocés. Este, todo temple, dio los aguijonazos de forma selectiva –para 3-1 en el primer set, con saque a su favor, y para 2-3 en el segundo, con la iniciativa en manos de Nole– y trastocó por completo el guion. Hace una semana, en Madrid, amagó, pero esta vez fue con todo. Quizá sea ese el secreto, creer que es posible lo que hasta hace no mucho era una quimera. Así engarzó su 36º cetro de la ATP, el mismo día que celebraba 29 primaveras.

Las cifras, faltaría más, avalan a Novak Djokovic, pero en este tramo de la temporada, a las puertas del asalto a Roland Garros, el número uno viene encontrándose una resistencia superior a la esperada. Al esfuerzo emocional que supone mantener el listón tan elevado, el número uno encara la progresión de rivales hasta hace no mucho durmientes (el propio Murray) o descabalgados (como Nadal). Aparece en el horizonte París, y Nole se llevó un toque de atención. Si quiere elevar su primer título en la Ciudad de la Luz, va necesitar un plus de fuerza. De lo contrario, ahí estará Murray, no cabe duda. El señor aspirante Murray.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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