Las tribulaciones del delantero Carlos Vela

Este viernes contra el Valencia, Carlos Vela cerrará su peor temporada con la Real Sociedad: sólo ha marcado cinco goles. Lejos queda su registro de hace dos temporadas, cuando marcó 16  y llevó al equipo vasco a jugar la Champions League después de 10 años de ausencia. Hace un mes, en una conferencia de prensa, evitó comentar su continuidad en San Sebastián. Vela dijo que “hoy igual quiero una cosa, mañana otra. O igual llega el final y digo: estoy aburrido del fútbol y me retiro. Soy así, no sé por dónde puedo salir”.

 A la mala temporada de Vela se suman la ausencia en un entrenamiento tras asistir a un concierto en Madrid, su arrepentimiento, la exclusión de la selección mexicana y el erró garrafal en un mano a mano el pasado domingo frente al Rayo Vallecano. En redes sociales consideraron que el exjugador del Arsenal no quiso marcar y levantó sospechas de un posible amaño. No obstante, los suyos ganaron 2-1. Sin importar eso, el mexicano ha sido titular en el equipo de Eusebio Sacristán y ha portado el brazalete de capitán. 

El ariete mexicano rechazó formar parte de la selección mexicana durante tres años y ocho meses. Su decisión le privó de su segunda Copa Mundial: “no jugaré el Mundial ni en el Play (Station)”. Una de sus múltiples razones fue que si no estaba contento en un lugar, "simplemente les deseo lo mejor y me aparto”. Así lo hizo hasta que en noviembre de 2014 se reconcilió con el tri en un partido amistoso contra Holanda y dos goles. 

Los rumores y ofertas de traspaso han sido una constante para Carlos Vela. En el verano, la liga estadounidense le tentó con un sueldo descomunal, pero su deseo fue permanecer en España. Otros medios lo han colocado en los planes del Atlético Real Madrid y del Barcelona; sin embargo, en 2013 confesó su deseo de ser merengue: “Habría que preguntarle al presidente por cuánto me deja salir. Yo creo que por 10 millones de euros me deja ir. Yo pagaría mi carta”. Esa vez provocó la molestia de la afición de San Sebastián.

La posibilidad de jugar por primera vez en la liga mexicana aún es lejana, a pesar de que hace un mes abrió las puertas. Pero en 2012 se mostró reticente por motivos extradeportivos: “en México no soy feliz, me siguen a todos lados, no me siento tranquilo, no puedo vivir en paz. Se meten con mi vida personal”. Vela tiene la última palabra después del partido en Mestalla.