Nadal se lleva un susto
El español se cita en las semifinales de Madrid con Andy Murray (sábado, 13.00, en Teledeporte) tras apear al portugués Sousa (6-0 y 4-6 y 6-3), favorecido por la interrupción forzada por la lluvia
Las nubes, traviesas ellas; y el agua, inoportuna siempre en esto del tenis. Todo iba sobre ruedas para Rafael Nadal, que de inicio no encontró resistencia alguna, pero al que el cielo de Madrid le hizo una faena cuando descargó la lluvia y se produjo el parón. Ahí revivió Joao Sousa, cuando la tormenta segmentó un partido divivido en tres fases: la holgada, la del sudor frío y la de la lógica final. Salió del apuro Nadal y firmó una victoria (6-0 y 4-6 y 6-3, tras dos horas y cinco minutos) que le concedió el acceso a las semifinales del Mutua Madrid Open. A un paso de la final del domingo, el listón subirá este sábado (13.00, Teledeporte) un buen puñado de centímetros, porque enfrente estará el actual campeón del torneo: el escocés Andy Murray, que completó ante el checo Tomas Berdych su mejor partido en esta edición: 6-3 y 6-2.
"He jugado un muy buen primer set", señaló después Nadal. "Pero en el segundo ha habido este parón por la lluvia y no me ha venido muy bien. Ya no sentía que la pelota le saltaba tanto. Al haberse mojado la pista la pelota se ha puesto más grande, pero bueno, el cambio de bolas en el tercer set me ha venido muy bien y por suerte he hecho el break en el momento decisivo. Llevo cuatro semanas seguidas estando en semifinales y para mí eso es muy importante", agregó.
El de Sousa iba camino de ser uno de los pulsos más amables que ha disputado Nadal desde hace mucho tiempo. El luso (27 años y 35 en el ranking mundial de la ATP) comenzó tan flojo, tan tierno, que parecía que iba a ser un simple aperitivo, plato de poca enjundia. Así lo percibía el público de la Caja Mágica, Cristiano Ronaldo -masticando chicle en el palco presidencial- o Álvaro Arbeloa, los baloncestistas Felipe Reyes y Sergio Llull; hasta el propio Nadal, que al cerrar el primer parcial en 25 minutos se había quedado con ganas de más ante la escasez del menú.
Hasta ese momento, el balear, propenso a no economizar el combustible, no pudo pisar apenas el acelerador. Con muy poquito rompió el primer servicio de Sousa, y el segundo, y el tercero. Set en blanco. Un entrante. Ni media hora había permanecido a la mesa cuando ya casi le tomaban nota para el postre, que saboreó ya con la cubierta retráctil de la central replegada por la reaparición de la lluvia. Antes del partido, el agua ya había hecho de las suyas. Una filtración formó una cascada en lo alto de uno de los graderíos y después, con el banquete comenzado (primer tramo del segundo set), interrumpió la sesión durante un cuarto de hora.
Agua, parón... y destemple
La superficie quedó muy pastosa y los operarios se disponían a cubrir la pista, pero Nadal consideró que no era necesario y el juez de silla echó marcha atrás; cuestión de galones. Se encapotó la central, se activaron los focos y se añadió una dosis extra de tierra en los fondos, el área que más sufre siempre. El parón rompió el ritmo y destempló a Nadal, que falló una derecha clara para hacer el 3-2 y de repente se vio por debajo (5-4), merced a la rotura de Sousa y a que sus derechas empezaron a irse largas demasiado a menudo. Además, no estuvo nada fino a la hora de apuntillar: solo validó cuatro de sus 13 opciones de break (el 31%).
El portugués, en un abrir y cerrar de ojos, se le indigestó. Sousa entró en calor y se transformó. Lo que poco antes parecía una perita en dulce se convirtió en puro nervio, descargas eléctricas en forma de drives y cortados. Se creció en lo anímico el luso, nada que ver con el guiñapo inicial que no daba una, mucho más cómodo en esa atmósfera de desencanto que fue sembrándose poco a poco entre los aficionados. Se llevó el segundo set el de Guimarães y el pulsómetro se disparó. La ciclotimia meteorológica de la tarde trastocó el guion. Pero Nadal, este Nadal reenganchado a su propia causa, superó el mal trago, enderezó el asunto en el tercer set (break para 5-3) y dio el último bocado. La mente, su mente, vuelve a jugar.
RESULTADOS Y ORDEN DE JUEGO
Resultados. Cuadro masculino: Novak Djokovic, 6-3 y 6-4 a Milos Raonic; Andy Murray, 6-3 y 6-2 a Tomas Berdych; Kei Nishikori, 6-7, 7-6 y 6-3 a Nick Kyrgios. Cuadro femenino: Simona Halep, 6-2 y 6-0 a Samantha Stosur; Dominica Cibulkova, doble 6-1 a Louisa Chirico.
Orden de juego: Primera semifinal masculina: Nadal-Murray (13.00). Final femenina: Halep-Cibulkova (18.00). Segunda semifinal masculina: Djokovic-Nishikori (no antes de las 20.00).
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