Guardiola y la defensa de su contracultura
El técnico reivindica su obra en el Bayern de Múnich frente al fútbol alemán de “esperar y salir a la contra”
El partido en Múnich será de los jugadores, pero gran parte de los focos los acaparó en la previa Pep Guardiola. En la amplia sala del Allianz Arena, donde minutos antes había lucido el trofeo de la Champions, Guardiola se mostró en toda su plenitud futbolística. Gesticulando como si una corriente eléctrica circulara por si interior, su discurso no retumbó tanto como aquel dedicado a José Mourinho en el Bernabéu, pero si descubrió en el técnico del Bayern una intención de mostrar sus sentimientos y sus pensamientos. En su última comparecencia en el Allianz en competición europea Guardiola analizó sus tres años en el Bayern y su percepción de ser alguien que ha propuesto una idea contracultural en el corazón de un fútbol alemán de “esperar y salir a la contra”.
Cuestionado por la suplencia de Müller y por la altura del césped del Calderón, Guardiola se abrió. “No creo que en Madrid perdiéramos porque no jugara Müller y no creo que si ganamos dependa de que él juegue o no en la vuelta”, advirtió sobre el delantero alemán. “En Madrid dije unas tres o cuatro veces que debíamos adaptarnos. Nos costó mucho entrar en el partido y el juego fue lento en la circulación porque el césped estaba alto. He tenido un gran culo por ganar muchos títulos y no los he ganado solo sobre un césped maravilloso, o en condiciones perfectas, lo he hecho con sol, con brisa... El que se adapta es el que gana, no pongan en mi boca argumentos que no he dicho”, sentenció Guardiola en una respuesta larga en la que continuó hilvanando ideas y sentimientos. “Me he adaptado a este país, no he venido aquí a jugar como el Barcelona, pero lo primero de todo es que yo quiero el balón, no voy a cambiar. Simeone y yo nos hemos educado en lo que hemos visto”.
El debate futbolístico
“Hitzfeld y Trapattoni han ganado títulos, pero yo tengo otra idea y sentimientos. He sido contracultural, a mí me gusta atacar contra diez. Hemos defendido bien con jugadores como Kimmich y Alaba”, defendió aludiendo a los dos exentrenadores del Bayern que esta semana le han lanzado un par de andanadas. Hitzfeld le criticó por sentar a Muller y Trappatoni elogió a Simeone y dijo aburrirse con el tiki-taka.
En la comparecencia de Guardiola se respiró que era uno de sus últimos discursos en Múnich. “Me han tratado muy bien, la crítica es parte de mi profesión, o la aceptas o no puedes dedicarte a esto. He sido contracultural, y no es fácil. Cruyff, que fue el maestro de los maestros, necesitó tiempo. Ha sido una lucha, pero ha sido un aprendizaje maravilloso porque me he tenido que buscar la vida. En Barcelona no era así porque con los jugadores que tenía no hacía falta”, incidió.
A la presión que hay sobre su figura, a la que se le exige la Champions, tampoco es ajeno. “Es una competición muy dura. Me van a perdonar los atléticos o los madridistas que haya aquí, pero el Barcelona ha sido el mejor equipo en los últimos años y ha caído dos veces en cuartos en las últimas tres temporadas. Cuando con el Barça nos eliminó el Chelsea, tanto en Londres como en el Camp Nou, generamos muchas situaciones de gol. Es esa parte del juego que no podemos controlar, aunque queramos controlarlo todo. Yo también tengo miedo antes de los partidos cuando analizo a los rivales, aunque me digan que es falsa modestia”.
Metido en lo que puede ser el partido, Guardiola elogió la capacidad del Atlético para cerrar los pasillos interiores. “Hemos repasado la ida y claro que ves resquicios por donde se les puede meter mano, pero no muchos. Claro que aprendimos de la eliminatoria con el Madrid [2014]. Entonces quisimos llegar con tres toques y nos metieron cuatro goles. Tenemos que defender bien”, cerró.
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