Agrio empate del Bayern
Guardiola no pudo celebrar el título en su partido 100 en la Bundelisga, en la que suma un 80% de victorias desde que aterrizó en el banquillo en la temporada 2013-2014
La Bundelisga se hace esperar para el Bayern. El club bávaro empató frente al Borussia Mönchengladbach en el Allianz Arena (1-1) y deberá aguardar, al menos una semana más, para conquistar su título de liga número 26, cuarto consecutivo, tercero desde que Pep Guardiola se sentó en el banquillo del conjunto de Múnich. A falta de dos jornadas para el final de la liga, el Bayern suma 82 puntos y le saca cinco al Borussia Dortmund, que ayer goleó al Wolfsburgo (5-1).
La fiesta no pudo se completa para Guardiola, que ayer celebró su partido 100 al frente del Bayern en la Bundelisga (sumó el 80% de victorias, récord histórico). El técnico catalán tiene en la mirilla el triplete: lo aguarda el Dortmund en la final de la Copa (el 21 de mayo) y el martes recibe al Atlético de Madrid, por el partido de vuelta de las semifinales de la Champions (1-0, en la ida).
Con la prensa alemana alborotada por las suplencias de Müller y Ribéry y la titularidad de los españoles (Thiago, Javi Martínez, Alonso y Beñat) en el Calderón y con la Bundelisga a tiro, el entrenador del Bayern piensa en la revancha ante al Atlético. Ayer, con el Borussia Mönchengladbach, reservó a más de medio equipo. Sentó en el banquillo a Alaba, Thiago, Lewandowski, Douglas Costa, Lahm y Arturo Vidal; y dio descanso a Xabi Alonso y Javi Martínez. Todos titulares en Madrid. Tampoco jugó Ribéry, con problemas en la espalda, según Guardiola. El Bayern se adelantó gracias al gol de Müller, pero se relajó y el tanto del empate de André Hahn les negó el alirón.
“Por supuesto que queríamos ganar. Empezamos bien y controlamos el partido”, analizó Guardiola tras el encuentro. Y, enseguida recordó el duelo ante el Atlético: “El partido del martes será diferente. Pero, por supuesto, tenemos que jugar mejor”. El extécnico del Barça, que suma 19 títulos en su carrera y 290 victorias en sus 397 partidos como entrenador, aspira con el Bayern al segundo triplete de su historia (el primero lo firmó con el Barça en 2009).
“Todavía no estoy muerto. La semana que viene, si perdemos, me podéis matar, pero cuidado que no estoy muerto, todavía me queda una bala”, sentenció Guardiola tras la derrota del miércoles en el Calderón.
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