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¿Qué gana el Madrid después del clásico?

El equipo de Zidane da un golpe en la mesa en el Camp Nou y recupera moral y coraje para la Champions

Cristiano celebra el gol de la victoria junto a sus compañeros.Foto: atlas | Vídeo: JOSEP LAGO AFP
Eleonora Giovio

Ninguno de sus cuatro predecesores en el banquillo (Pellegrini, Mourinho, Ancelotti y Benítez) había conseguido ganar en su primer clásico. Lo consiguió Zinedine Zidane con una remontada y poniendo fin a una racha de 39 partidos sin perder del Barcelona. Los de Luis Enrique no sufrían una derrota en casa desde febrero de 2015. El técnico del Madrid, que en las vísperas de los partidos suele ser tan risueño que parece tener el trabajo más sencillo del mundo, acabó desfondado el sábado por la noche. En la sala de prensa del Camp Nou le costó armar un discurso. Eran todo un “contento” y “orgulloso”.

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“Teníamos una deuda con la afición. Hemos demostrado que sabemos sufrir, hemos sabido tener paciencia porque es difícil tener el balón contra el Barcelona y hemos demostrado que podemos jugar contra cualquiera”, analizó Marcelo después de la victoria. El lateral izquierdo, posiblemente el jugador más insustituible del Madrid, lideró la remontada con sus incorporaciones al ataque. “Soy defensa, pero quedarme atrás es difícil para mí”, se reía al final del partido. A él también le preguntaron qué gana el conjunto blanco con esa victoria en el clásico. La Liga sigue siendo muy complicada (siete puntos de diferencia y 21 en juego), pero hay aspectos que le dejan buenas sensaciones para la Champions.

Moral

Decía Zidane el viernes que lo que quería era que el Madrid siguiera haciendo las cosas como las estaba haciendo últimamente. Pero ese últimamente dejaba un sinfín de dudas. En el campo de Las Palmas le costó mucho ganar (lo consiguió en el minuto 88 con un gol de Casemiro), tanto que el técnico dijo que jugando así no irían a ningún sitio. La goleada contra el Sevilla fue bastante engañosa. El golpe en la mesa que dio el equipo en casa del Barcelona, sin embargo, sí da moral al grupo antes de viajar a Alemania (miércoles) para enfrentarse al Wolfsburgo en la ida de los cuartos de Champions. Por el resultado, pero también por cómo se produjo. El Madrid estaba con 10 (expulsión de Ramos en el minuto 82) y Zidane evitó hacer un cambio defensivo. Dejó las cosas como estaban y Cristiano firmó el 1-2 tres minutos después.

Trabajo de equipo

En el Camp Nou se vio a un Madrid muy encogido (por el miedo, no por el frío) en la primera parte. Mantuvo las líneas muy juntas, pero no salía a presionar la salida de balón del Barcelona, ni siquiera la de sus centrales. En la segunda parte sí decidió tomar la iniciativa. Cuando le preguntaron a Zidane los motivos de ese cambio simplemente dijo que las cosas en el fútbol siempre son complicadas. “Mejor empezar difícil y terminar así de bien”, concedió. El Madrid trabajó como equipo en el repliegue –A Cristiano se le vio quitándole balones a Messi y Alves en el área de Keylor- y supo juntar bien las líneas y cerrar los espacios.

Madurez de Casemiro

“Estoy listo, Zidane puede contar conmigo”, decía Casemiro el miércoles en una entrevista en El Larguero de la Cadena Ser en la que también desvelaba que después de un partido siempre le gusta preguntar al entrenador en qué ha fallado, qué ha hecho bien y si quiere algo más de él. Fijo cono Rafa Benítez, Zidane no contó con él hasta después de la derrota contra el Atlético en casa. Desde entonces (2 de marzo contra el Levante) Casemiro ha jugado todos los partidos. El técnico francés ha encontrado la cuadratura del círculo con el brasileño. Impecable en el corte, sabe distribuir el juego (aunque sin tener la calidad de Modric) y libera a Kroos. Contra el Barcelona recuperó 16 veces la pelota, la perdió 4 y dio 43 pases (dos menos que Marcelo y Kroos, los que más sumaron en el Camp Nou) con un porcentaje de acierto del 86%.

Seguridad de Keylor Navas

En el clásico de la primera vuelta, el portero del Madrid encajó cuatro goles. Ayer tuvo su pequeña revancha. Fue fundamental en una jugada de tiralíneas del Barcelona cuando desvió, a mano cambiada, un remate de Messi que se iba a colar en la portería. Fundamental también el día del Sevilla cuando detuvo (manteniendo el empate) un penalti a Gameiro.

Keylor Navas desvía un remate de Luis Suárez.
Keylor Navas desvía un remate de Luis Suárez.Albert Gea (REUTERS)

La mejor versión de Bale

El galés ha conseguido recuperar rápidamente velocidad y chispa después de la lesión en el gemelo que le mantuvo de baja mes y medio. Se había lesionado en su mejor momento desde que llegó al Real Madrid y la recuperación, muy lenta, parecía hacer presagiar un rodaje mucho más largo. El colegiado del clásico le anuló un gol legal (el del 1-2) por una falta a Jordi Alba. “Me aseguré de no tocarle porque sé como son los árbitros españoles”, dijo el galés a los medios ingleses al final del partido.

Cristiano vuelve a ser decisivo

El portugués, que hizo un partido bastante gris en el Camp Nou, marcó el gol de la victoria en los minutos finales. Volvió a ser decisivo y lleva dos tantos de ventaja en el pichichi (28 por los 26 de Luis Suárez). La mejor inyección de moral para la Champions, competición en la que lleva 13 goles en 8 partidos.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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