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Torres y Griezmann funden al Betis

El Niño lidera al Atlético en una victoria en la que el delantero francés hizo dos goles

Ladislao J. Moñino
Torres remata ante Adán.
Torres remata ante Adán.Kiko Huesca (EFE)

El Vicente Calderón siempre tuvo cierta nostalgia de Fernando Torres. Cuando se fue y cuando regresó. La hinchada aún se enfervoriza con cada acción dañina del nueve y torna hacia la melancolía cuando le ve trastabillarse con el balón. Su partido ante el Betis metieron al ídolo y a la afición rojiblanca en el túnel del tiempo. El Niño fue ese querubín que tiró del equipo en el peor momento, cuando el Atlético no encontraba el juego y se veía manoseado por el ritmo de juego que imponía Dani Ceballos.

Una vaselina tras un desmarque de libro y una cabalgada por la derecha de Torres que culminó Griezmann, previa cantada de Adán, rompieron al Betis y encendieron al Atlético, que acabaría firmando la goleada de la temporada.

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Se deshizo el equipo andaluz tras esos dos golpes casi consecutivos pasada la media hora de juego y ya no hubo más partido. Se pudo llevar media docena de goles el conjunto verdiblanco si Adán no se hubiera rehecho de ese fallo garrafal. De alguna manera, fue el jugador más brillante y más negativo para los suyos.

Se fue el Betis al descanso tratando de descifrar su desplome en los últimos diez minutos del primer acto. No había dado muy buenas señales el Atlético hasta que Koke descubrió por fin uno de esos pases que tanto contribuyeron a su propio crecimiento y al de Diego Costa. Torres picó con suavidad sobre la salida de Adán. Al poco, El Niño se hizo un autopase para romper a Montoya y meter una rosca suave que acomodó Griezmann. El francés hizo un pase que acabó en gol ante la salida deslabazada de Adán, que vio cómo el balón se colaba mansamente entre sus piernas.

Juanfran, Griezmann y Thomas redondearon el marcador para los suyos cuando Simeone ya había iniciado la ruleta de cambios con vistas al partido del martes en el Camp Nou de la Liga de Campeones. Rubén Castro, castigando un error impropio de Oblak, maquilló el resultado como premio a un inicio de partido donde el Betis le complicó la vida al Atlético.

La hinchada del Calderón, que también asistió correcto estreno del central Monsalve, animó a su portero, consciente de su importancia en la gran cita del martes. La propia afición rojblanca, a través de las redes sociales, organizó una quedada para despedir al equipo antes de su viaje mañana a Barcelona.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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