La vida de Frank Bascombe
La vida del periodista deportivo puede ser envidiada por muchos. La posibilidad de vivir los grandes acontecimientos, los viajes a las citas mundiales más importantes, el conocer a los ídolos contemporáneos, poder charlar con ellos... Pero la realidad es que los cronistas trabajan mientras los aficionados disfrutan, que un gol en el último minuto puede ser una bendición o una desgracia para los hinchas mientras genera una emergencia en una redacción y que los deportistas famosos, cada vez más, huyen de los medios. Y que los periodistas deportivos, como todos nosotros, también tienen tribulaciones, claro. Pero pueden ser felices.
Eso es lo que el escritor norteamericano cuenta en El periodista deportivo (Anagrama) una novela que iniciaba una trilogía que cuenta episodios de la vida de Frank Bascombe. Un personaje que nació el día en que su mujer le preguntó "¿por qué no escribes sobre un hombre feliz?" y que se ha convertido en una referencia en la literatura contemporánea. Es un libro que tiene el periodismo deportivo como telón de fondo, pero que habla de lo complicada que es la vida por norma general.
Bascombe, que ha perdido un hijo, tiene otros dos y está separado, hizo mucho dinero vendiendo a un productor un libro de relatos. Un día recibe una oferta y se convierte en periodista deportivo. Es un tipo capaz de sobreponerse a todo y de sacar lecciones de las bofetadas de la vida. "Si escribir de deportes enseña algo"' dice en un momento de la novela, "es que, para que la vida valga la pena, tarde o temprano hay que enfrentarse a la posibilidad de sentir un terrible y doloroso arrepentimiento. Pero hay que intentar evitarlo o uno echaría a perder su vida".
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