Lorenzo y la promesa de Iannone en Australia
El documental ‘Lorenzo Guerrero’, trufado de imágenes inéditas, desvela los entresijos de un título que se enmarañó en Phillip Island
En el tramo final de la temporada 2015 Dorna, organizadora del Mundial de motociclismo, dio una pequeña cámara de vídeo a Jorge Lorenzo. La idea era que el piloto y su entorno, esos que le acompañan día a día, se pusieran a grabar sus momentos más íntimos. En el interior del motorhome, en el box, durante los trayectos en coche... Ese material, tan personal, sería perfecto para la realización de un documental en el caso de que el español ganara el campeonato del mundo.
Ocurrió. Lorenzo ganó el título. Y lo hizo en una temporada en la que rivalizaron al máximo las dos Yamaha y que estará marcada para siempre por el incidente entre su compañero de equipo, Valentino Rossi y el piloto de Honda, Marc Márquez. La polémica explotó a dos carreras de que se sentenciara el curso y las imágenes inéditas sobre cómo lo vivió el campeón del mundo dan ritmo y tensión a un documental, Lorenzo Guerrero, que estrenó este jueves Movistar MotoGP y que hoy podrá verse de nuevo el canal #0 (dial 7, 12.30).
Algunas de aquellas imágenes inéditas desvelan los entresijos de cómo se mueven los tratos en el parque cerrado de MotoGP o cómo se intentan guardar las formas cuando todo parece perdido. Ahí está Lorenzo, con un enfado morrocotudo y pidiéndole explicaciones a Iannone, que le ha arrebatado la segunda posición de la parrilla de salida en Phillip Island tras ponérsele a rueda. “Ya te ayudaré en otro momento”, le dice el italiano. Parece un mero formalismo. Pero no lo es.
En ese mismo gran premio de Australia, Iannone cumplió su promesa. En un final de carrera frenético y repleto de adelantamientos, Márquez venció a Lorenzo y el de Ducati a Rossi, que se quedó fuera del podio por segunda vez en toda la temporada. Así que, a pesar de no ganar la carrera, el español logró recortarle a su rival siete maravillosos puntos. Y todo, gracias a Iannone. Quién lo hubiera dicho. “Te lo dije, cuando pueda...”, le decía aquel, todavía empapado en sudor. “En el parque cerrado, le di un abrazo. Había cumplido”, recuerda Lorenzo en la película.
Algunos fines de semana éramos tan superiores que recortarle solo tres o cuatro puntos a Valentino nos sabía a muy poco Jorge Lorenzo, campeón del mundo
La de Australia fue, por cierto, la prueba que desató la ira del Doctor, que arremetió contra Márquez y le acusó de ayudar a Lorenzo a ganar el título. Allí se enmarañó todo. Luego llegó Sepang, el cruce de declaraciones, la patada, la sanción, el TAS... “Manda huevos”, se le ve decir al mallorquín cuando se encuentra con la escena repetida en una pantalla justo antes de subir al podio en Malasia, al lado de un Rossi que aún no ha sido sancionado, lo que le enerva.
El documental repasa todas las carreras del 2015 a través de los ojos del campeón, que muestra sus sensaciones y también sus temores, pues tuvo que medirse a Rossi, el líder, desde la primera carrera hasta la última.
En la cinta, de 80 minutos de duración, se ve, por ejemplo, a un Lorenzo a veces derrotado por las circunstancias y la mala suerte, otras envalentonado por su superioridad en la pista, tanto que asegura: “Algunos fines de semana éramos tan superiores que recortarle solo tres o cuatro puntos a Valentino nos sabía a muy poco”.
Renovar antes del 20 de marzo
El objetivo de Jorge Lorenzo es renovar su contrato con Yamaha, por dos años, antes de que arranque el Mundial de 2016, el 20 de marzo en Qatar. Los primeros contactos se iniciarán la próxima semana, también en Qatar, donde se celebran los últimos tests de pretemporada.
“Yo, por si acaso, tengo la mentalidad de que igual hay que esperar a mitad de curso, porque siempre ha sido así, pero si podemos acelerar la renovación mejor, porque eso ayudará a mi tranquilidad y a que pilote mejor”, dijo el piloto el jueves en el preestreno del documental en unos cines de Madrid.
Las más de cuatro horas de entrevistas al piloto ofrecen, además, algunas claves para entender la temporada del de Yamaha, que inició el curso con errores impropios. En Qatar tuvo problemas de visión con el casco; y en Austin pareció afectarle demasiado una bronquitis. Al cabo de unas cuantas carreras, Lorenzo y su equipo se percataron de que el depósito de tamaño más pequeño que el mallorquín había pedido para poder descolgarse mejor en plena inclinación le quitaba potencia en las curvas. Nunca lo dijo en público, pero explica muchas cosas.
Antes de aterrizar en Phillip Island, el español está en la piscina realizando ejercicios de recuperación tras lastimarse en una carrera con un grupo de pilotos amigos y dice a cámara: “¿El tiburón se comerá al pececito o no?”. Según el diseño del casco de Rossi en Misano, él era el tiburón y el italiano el pececito. El español tenía hambre de Mundial.
“Todo se había conjurado para que no ganáramos el Mundial, pero...” El tiburón se lo comió.
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