Cristiano Ronaldo apadrina a Zidane
El portugués comparece en conferencia de prensa 28 meses después y respalda al francés ante su presentación como técnico en la Champions League
Dos años y cuatro meses después, Cristiano Ronaldo se puso ante los focos en una rueda de prensa. Fue todo un mensaje, y de calado. Era un día muy señalado, previo al estreno de su técnico, Zinedine Zidane, en la Liga de Campeones, hoy ante la Roma. La presencia del astro junto al francés resultó significativa, todo un respaldo al jefe.Con él en el banquillo, al luso se le ve feliz, tan contento que esta vez no fue tibio al comentar su estado espiritual y su relación con la institución. “Me siento feliz, estoy en un club que me da cariño, juego siempre… y marco goles de vez en cuando”, dijo el astro. Y también fue directo al corazón de Zizou: “Veo muy bien al equipo, estamos entrenándonos muy bien, jugamos bien, ganamos y marcamos muchos goles”.
El idilio entre ambos es evidente, una gran noticia para el Real Madrid. Poco que ver con su relación con Rafa Benítez, cuando al portugués se le veía más crispado y esquivo.
Me siento feliz, estoy en un club que me da cariño, juego siempre… y marco goles de vez en cuando”
Ante una Roma ya de por sí poco optimista, una foto contundente: Zidane y CR, CR y Zidane, un cartel de tronío en unos octavos de la Champions y en el imponente Olímpico romano. El portugués pasó por todos los trances, estuvo sonriente, irónico y tenso en algunos momentos. Preguntado por el cósmico penalti de Messi del domingo respondió de forma enigmática y seca: “Sé por qué Leo ha hecho eso… Ahora, pensar lo que queráis”.
Puestos a cavilar de qué se trata, quizá el portugués haya interpretado una decidida voluntad del argentino porque su compañero Luis Suárez le descuelgue en todos los pichichis, el nacional y la Bota de Oro. De ser así, Cristiano no hubiera tragado con la versión de Neymar, que sostuvo que el destinatario de la jugada era él.
Tampoco estuvo muy conciliador cuando se le interrogó por los estrechos lazos personales entre Messi y sus socios de ataque, una relación no tan profunda entre los delanteros madridistas. “Miren, yo en el Manchester apenas hablaba con Ferdinand, Scholes, Giggs… y ganamos la Copa de Europa. No es importante que Benzema o Bale vengan a cenar a mi casa. A mí eso de los abracitos y las comiditas no me dice nada, lo importante es lo que hagamos en el campo”.
Ante el contenido gesto de Zidane, CR sostuvo que encara las críticas “con normalidad”, quejas que atribuye al hecho de haber “malacostumbrado a la gente”. Luego, a la segunda cuestión sobre su bajada de rendimiento fuera de Chamartín, ya no estuvo tan conciliador. “Desde que estoy en España decidme uno que haya metido más goles que yo fuera de casa…”. Al instante se levantó, dejó al traductor con la palabra entre los labios y se despidió. El dato es incuestionable, suma 14 tantos más que Messi como visitante. Cristiano lleva sus cuentas con celo, mucho celo.
La puesta en escena del siete eclipsó de alguna manera el duelo con la Roma, equipo que intenta apañarse tras su descalabro del inicio del curso, lo que provocó el despido de Rudi García y el regreso de Luciano Spalletti, el mismo con el que el equipo capitalino dio la sorpresa ante el Madrid en los octavos de final de la temporada 2007-2008. Los italianos ganaron a conjunto blanco en los dos partidos por 2-1.
Maleficio italiano
Los blancos acentuaron su maleficio con los equipos del calcio, prolongado el pasado año con la caída ante la Juve. El Madrid ha perdido las últimas ocho eliminatorias con adversarios italianos, dos con el Milan, cuatro con la Juve, una con el Torino y la citada con la Roma. Hay que remontarse a la temporada 87-88, frente al Nápoles de Maradona, para certificar el último éxito del Real ante un club de estas tierras a doble partido.
Para el reto europeo también ha sido convocado Marcelo, pese a sus problemas en el hombro derecho.
Con todo, Zidane lo tiene mucho más claro que Spalletti, que ha variado de forma constante el sistema y las alineaciones. A la espera de las últimas pruebas a De Rossi, su principal escudo al estar postergado el eterno Francesco Totti (39 años), la mejor seña de distinción del equipo pasa por sus rápidas transiciones, con gente veloz como el exsevillista Perotti, el italiano El Shaarawy o el egipcio Salah. Zidane, en su puesta de largo, dijo tenerlo todo en orden. Y, encima, con el padrinazgo de la gran estrella.
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