Murray desfonda a Raonic
El de Dunblane se medirá en la final del domingo (9.30, Eurosport) al serbio Djokovic tras remontar ante el canadiense un partido maratoniano: 4-6, 7-5, 6-7, 6-4 y 6-2, después de cuatro horas y tres minutos
El escocés Andy Murray se clasificó para la final del Abierto de Australia después de vencer a Milos Raonic por 4-6, 7-5, 6-7, 6-4 y 6-2. El pulso, maratoniano (cuatro horas y tres minutos), se decidió a partir del cuarto set, cuando al canadiense comenzaron a fallarle las fuerzas y a tener algunos problemas musculares. Debido al esfuerzo, Raonic tuvo que ser atendido por los médicos –primero en el vestuario y después a pie de pista– y finalmente terminó cediendo ante un Murray que se desenvuelve muy bien en partidos de alta exigencia física.
El alumno de Moyà firmó un torrente de aces (23) y ganadores (72), pero su índice de errores (78) fue devastador para él
El de Dunblane, que cuenta ya con dos grandes en su palmarés (US Open 2012 y Wimbledon 2013), disputará su quinta final en Melbourne, la novena de un torneo del Grand Slam. Será la cuarta frente a Novak Djokovic (6-1, 6-2, 3-6 y 6-3 ante Roger Federer en la primera semifinal, ayer), que domina claramente los enfrentamientos entre ambos: 21-9. Sin embargo, las dos únicas veces que Murray le ha derrotado en majors fue para levantar el título, y además cabe recordar que el curso pasado le doblegó en la final del Masters 1.000 de Montreal.
En los cuartos, Murray ya había tenido que superar una prueba de fuego contra David Ferrer, que le exigió tres horas y 20 minutos de brega; ante Raonic, más de lo mismo, aunque con un formato bien diferente, el que propone un pegador. No obstante, el gigantón canadiense pretende dar un salto competitivo en este 2016 y por eso se ha encomendado al mallorquín Carlos Moyà, que le dirige desde principios de mes. La misión del exjugador español no es otra que moldear y poner en orden todas las virtudes de su alumno, que no son pocas, pero requiere de su debido proceso.
Entre el escocés y Nole, 21-9. Sin embargo, las dos veces que Murray le derrotó en un grande fue para levantar el título
Raonic tiene una derecha muy poderosa, pero está condicionado por su físico. Frente a Murray, mantuvo el tipo e incluso marcó el ritmo en los tres primeros sets, resistiendo incluso en los peloteos, pero luego su cuerpo fue dándole avisos hasta que se le agotaron las reservas. Con dos sets a uno a su favor, dejando muy buenas impresiones, comenzó a sufrir dolores en la ingle derecha y a partir de ahí sus movimientos se atrofiaron. Sufrió lo indecible para seguir enganchado al pulso, pero Murray imprimió una marcha más y se adjudicó las dos siguientes mangas; la última, un mero trámite prácticamente.
La hoja de servicios de Raonic (1,96 y 98 kilos) reflejó un torrente de aces (23, algunos de ellos a 233 km/h, por nueve del escocés) y tiros ganadores (72, frente a 38), pero su índice de errores no forzados (78) fue devastador para él. Enfrente, el combatiente Murray, casi siempre fiable (solo 28 fallos) y con la templanza técnica y mental suficiente como para resistir al asedio del canadiense.
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