“El préstamo al Recre es una metedura de pata”
En la Federación admiten que el abono puede traer problemas con Hacienda
El crédito de 200.000 euros concedido por la Federación Española de Fútbol (FEF) a un club embargado como el Recreativo de Huelva para que pudiera competir esta temporada en Segunda División puede provocar la intervención de la Agencia Tributaría, según propias fuentes federativas, extrañadas por el caso.
“Esto es algo muy gordo. Darle dinero a un club embargado por Hacienda ha podido ser una metedura de pata tremenda de las altas esferas”, sostienen desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde señalan a Juan Padrón, mano derecha de Villar, como el hombre que negoció el acuerdo con el Recreativo. La deuda tributaria y la de la Seguridad Social son obligaciones privilegiadas por delante de las del resto de acreedores. Según fuentes fiscales, el caso es anómalo y puede derivar en una inspección a la Federación.
El crédito fue concedido por la Federación al Recreativo para que saldara su deuda con su anterior entrenador, José Luis Oltra. Si no cumplía con el pago, el Recreativo no podría competir al no poder inscribir a su nuevo técnico. De hecho, el 28 de julio de 2015 la Federación emitió una resolución por la cual impedía la expedición y renovación de licencias al Recreativo por no abonar los 199.000.956, euros que adeudaba a Oltra. Tras el acuerdo, avalado por el Recreativo con pagarés de dudosa procedencia, el club decano del fútbol español pudo competir en Segunda División B.
No es nuevo que la FEF bordee las órdenes de embargo que Hacienda tiene sobre el Recreativo. Por ejemplo, sucedió con el dinero recibido por el club para organizar el España -Bielorrusia valedero para la clasificación de la Eurocopa en junio de 2015. La Federación transfirió varios cientos de miles de euros al Recreativo en compensación por dicho partido.
El caso del Recreativo y la revelación de que el secretario de la FEF Jorge Pérez se postula como candidato a las elecciones presidenciales han agitado el ambiente en la sede federativa.
Los empleados esperan ansiosos acontecimientos y el ambiente es tenso. “Ha comenzado ese tipo de situaciones en las que hay que andar con pies de plomo. No es una situación agradable porque unos y otros nos miramos de reojo y todos calificamos quién puede estar en un bando o en otro”, relatan empleados federativos desde Las Rozas.
Mientras, Villar y Padrón siguen manteniendo su política del silencio.
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