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Porzingis, el rey de Nueva York

El pívot letón que jugó en el Sevilla se erige en un fenómeno en el Garden y en la NBA

Robert Álvarez
Porzingis y LeBron James.
Porzingis y LeBron James.David Richard ( USA TODAY Sports )

Un gigantón delgado, blanco, letón, de solo 19 años, llegado desde Sevilla, sin ningún cartel en la NBA. El 25 de junio fue abucheado por los aficionados. Fue una de las noticias de la ceremonia del draft que se celebró en el Madison Square Garden, la catedral precisamente del equipo que lo eligió en la cuarta posición. Medio año después, Kristaps Porzingis, cumplidos los 20 años, cuando se acerca al ecuador de la fase regular de la NBA, ha pasado a ser una celebridad en Nueva York. Portada de algunos periódicos, protagonista de anuncios publicitarios —desde colchones a una bebida deportiva pasando por la compañía aérea Delta Air Lines—, ha desencadenado una fiebre mediática tal que su camiseta con el número 6 ha superado en algunos momentos las ventas de la de la estrella del equipo, Carmelo Anthony.

El fenómeno se compara al sunami mediático que despertó en el Madison Square Garden la figura de Jeremy Lin. En febrero de 2012, el base de ascendencia china desató la fiebre en las gradas cuando irrumpió desde el más absoluto anonimato, desde la Liga de Desarrollo, con el contrato más bajo de la plantilla, y se erigió en la estrella de los Knicks. Linsanity, se bautizó a aquel acontecimiento volcánico. A mitad de noviembre, cuando Porzingis empezó a repetir espectaculares acutuaciones, el Daily News tituló Zingsanity, y el New York Post, The Next Big Thing,

Cuando me retire, va a liderar este equipo durante mucho tiempo. Espero que antes podamos ganar uno o dos campeonatos” Carmelo Anthony

A diferencia de Lin, la epopeya de Porzingis no parece flor de unas semanas. El ala-pívot letón se supera día a día. El viernes volvió a dejar huella, nada menos que ante los Spurs. Ante Aldridge y Duncan, anotó 28 puntos y capturó 11 rebotes. “Por lo que he visto, es un joven especial. Ellos fueron muy astutos en averiguar lo que podría ser en el futuro. Su agilidad, el sentido del juego, sus habilidades, son muy importantes. Creo que va a ser un gran jugador”, dijo de él Gregg Popovich, el entrenador de los Spurs.

Pero las dudas persisten. “¿El próximo Nowitzki o el próximo Bargani?”, se preguntan algunos medios en referencia a la exitosa carrera del alemán o a la decepcionante del italiano.

Pugna por el premio al mejor novato

Kristaps Porzingis. Nació en Venstpils, Letonia, hace 20 años. Ala-pívot. Mide 2,16 metros. Pesa unos 111 kilos. Jugó con el Sevilla desde 2010, cuando era cadete, hasta 2015.

Estadísticas. En 38 partidos con los Knicks promedia 13,6 puntos, 8 rebotes, 2 tapones, 1,1 asistencias y 27 minutos.

Premios. Está entre los mejores novatos del año junto a Towns (Minnesota), Okafor (Philadelphia), Jokic (Denver) y Winslow (Miami).

Calderón, compañero de Porzingis en los Knicks, no se corta a la hora de establecer comparaciones: “Porzingis es ahora mejor que Pau Gasol cuando comenzó su temporada rookie. A Pau le costó hacer esos números y acabó siendo Rookie del Año. Le comparan con Pau y también con Nowitzki. Tiene cosas de los dos”. Calderón suele hablar con Porzingis y con Vujacic en castellano. “Habla como si fuera de allí”, explica el jugador extremeño. “Posee mucho talento y le gusta trabajar. Una vez se ha adaptado a las reglas de la NBA le ha ido mejor, pero lo que más llama la atención es lo rápido que está firmando ya esos números, eso es algo que nos ha sorprendido a todos”.

La afición por el baloncesto del le viene de familia. Empezó cuando tenía seis años en un gimnasio de nacimiento, Liepaja, en la costa del Báltico. Sus padres y sus hermanos jugaron a baloncesto. Ahora vive con ellos en un lujoso apartamento de White Plains, cerca del centro de entrenamiento de los Knicks, al norte de Nueva York. Cuando tenía 15 años se fue a jugar con el Sevilla, club al que abonó el pasado verano 850.000 euros para rescindir su contrato y marcharse a la NBA.

“El cambio de Letonia a Sevilla fue el más duro, porque no sabía hablar español”, rememora Porzingis. “Ahora, la transición ha sido mucho más fácil porque ya hablaba inglés y conocía más o menos la cultura”. En Nueva York trabajó para ganar cinco kilos de peso sin perder musculación. “Y va a mejorar su rebote, su capacidad para taponar y para defender porque va a ser más grande y más fuerte”, vaticina Audie Norris, que trabajó con él cuando era entrenador del Sevilla. El cumplido de Carmelo Anthony es superlativo: “Cuando me retire, va a liderar este equipo durante mucho tiempo. Espero que antes podamos ganar uno o dos campeonatos”.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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