El Barcelona gana al Madrid gracias a la gran actuación de Satoransky
El Barcelona, de la mano del base checo, desencaja a un Madrid fuera de foco y fiado a los triples
El Barcelona zarandeó al Real Madrid en un clásico muy desigual, gobernado por el cerebro, las manos y la puntería de Satoranksy. El equipo de Xavi Pascual desmadejó al de Pablo Laso, perdido durante muchos del partido, enfrentado a una desventaja de 19 puntos ya iniciado el último cuarto. El Madrid se fio en exceso de los triples. Mantuvo el tipo mientras le entraron en una vistosa primera parte. Pero se le acabó la puntería lejana y el Barcelona le apretó las tuercas, el clásico quedó a expensas de lo que dijeran Satoransky, Navarro, Doellman, Ribas, Samuels…
El Barcelona exhibió muchos más recursos, sin que echara de menos a los lesionados Arroyo y Abrines. Le sucedió todo lo contrario al Madrid, que encontró a faltar a Rudy Fernández e incluso a impacientarse con el inminente regreso de KC Rivers o la esperada aportación del senegalés Ndour, al que Laso, buscando todos los recursos habidos y por haber, llegó a darle unos pocos minutos. Una evidencia del desaguisado del Madrid y la solvencia con la que el Barcelona obtuvo su primera victoria en Madrid, en partido de Liga regular, desde hace seis años.
REAL MADRID, 84; BARCELONA, 91
Real Madrid: Sergio Rodríguez (14), Llull (12), Maciulis (8), Felipe Reyes (9), Ayón (6) –equipo inicial-; Ndour (0), Nocioni (3), Doncic (0), Carroll (13), Thompkins (4), Hernangómez (0) y Taylor (11).
Barcelona Lassa: Satoransky (16), Navarro (12), Perperoglou (0), Doellman (17), Tomic (11) –equipo inicial-; Pau Ribas (15), Lawal (0), Vezenkov (5), Eriksson (0), Samuels (13) y Oleson (2).
Parciales: 23-26, 21-25, 14-24 y 23-17.
Árbitros: Hierrezuelo, Calatrava y Manuel. Eliminados Satoransky (m. 39) y Tomic (m. 39), éste con un falta técnica.
Barclaycard Center de Madrid. 13.149 espectadores. 13ª jornada de la Liga Endesa.
El Madrid trató de agarrarse al partido a base de triples. Su arsenal de jugadores audaces y certeros le saca de muchos apuros. Si no es Carroll, es Maciulis, también Sergio Rodríguez, Llull, Nocioni… Parecen ser muy conscientes de ese recurso individual, tan arriesgado pero también tan oportuno si la puntería acompaña. Se saben capaces de desatascar los momentos de espesura en el ataque posicional como de romper las defensas más forradas en seis metros. Pero su ligereza de mano les lleva a situaciones de riesgo extremo, como un tiro desde nueve metros de Sergio Rodríguez, si mayor elaboración ni contemplaciones, cuando peor estaban las cosas para su equipo (48-59) en el minuto 24.
El juego resultó precioso en muchos momentos. Los finales de los dos primeros fueron subrayados por dos triples sobre la bocina, uno de Pau Ribas y otro de Navarro. El Barcelona salió implacable en el rebote defensivo. Le cortó las alas al Madrid, que se corrigió en el segundo cuarto y empezó a acumular segundas opciones con sus ya proverbiales rebotes en ataque. Y encontró también opciones interiores gracias a la insistencia de Felipe Reyes y a los escarceos de Thompkins.
El Barcelona llevó la batuta la mayor parte del tiempo, pero siempre exigido por los embates del Madrid. Alimentó a Satoransky cerca del aro, como si se tratara de un pívot más. El base checo explotó la ventaja natural que le otorgan sus 201 centímetros de estatura, sin que Sergio Rodríguez o Carroll pudieran evitarlo. Nadie pudo con Satoransky, que sumó 16 puntos, siete rebotes y seis asistencias. Pablo Laso recurrió a Doncic, la perla de la cantera. Pero más allá de un par de escarceos y faltas que soliviantaron a la grada, el Madrid no encontró manera de limitar los daños que le produjo Satoransky.
Tomic y Samuels se batieron con acierto cerca de los tableros. Y Doellman, pese a sus problemas en defensa con Felipe Reyes o Thompkins, exhibió la elegancia de su estilo con una efectividad casi absoluta de su tiro.
La defensa de Perperoglou y Satoransky, la de todo el equipo blaugrana subió líneas en el tercer cuarto. El Madrid empezó a perder su impresionante eficacia en los triples, con un 8 de 14 al descanso. A partir de ese momento, el Barcelona metió la directa y el Real Madrid se quedó inerme y desorientado. No atacó bien y defendió peor.
Navarro apretó el acelerador, en un momento de la batalla muy propicio para que saliera a relucir su picardía, su velocidad y su pegada. Pau Ribas siguió a lo suyo, como Samuels y Vezenkov, los tres con un rasgo común, el de aportar a su equipo las gotas puntuales de lo que necesitaba en el momento en que irrumpían desde el banquillo. La galopada del Barcelona abrió una brecha de 19 puntos (58-74) que dejó una misión poco menos que imposible para el Madrid a pesar de lo mucho que quedaba todavía para el final.
Dos triples de Taylor, los dos primeros del Madrid en la segunda parte, animaron a la grada y espolearon a su equipo, que redujo la brecha a 11 puntos (70-81). Un triple fallado por Sergio Rodríguez en ese momento escenificó el principio del final. El Madrid acabó con un 10 de 27 en triples, nada que ver con su parcial en la primera mitad. Al Barcelona no le destemplaron ni los tiros libres fallados precisamente por Satoransky ni las quintas faltas personales del checo y el Tomic. Su victoria sobre un Madrid que actuaba a la desesperada, estaba ya facturada.
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