Con Griezmann es como jugar con un abrelatas

La jerarquía en el campo la otorga la eficacia de las prestaciones. Es una cuestión incrustada en la misma naturaleza del juego y del jugador para distinguir a quién hay que darle la pelota en cualquier situación. Igual que en temporadas anteriores el acabado del juego ofensivo del Atlético estuvo diseñado para Falcao, Diego Costa o Mandzukic, ahora lo está para Antoine Griezmann.

El curso ha señalado al menudo delantero francés como el gran finalizador: de los ocho goles que lleva en Liga, cinco han supuesto 15 de los 35 puntos que suman los rojiblancos. La secuencia de esos tantos decisivos a Las Palmas (1-0), Getafe (2-0), Sporting (1-0), Granada (0-2), Espanyol (1-0) y Athletic (2-1) le ha dado cerca de la mitad de la cosecha de sus puntos al Atlético y también le han otorgado el papel de indiscutible abrelatas a Griezmann.

“No había tocado tanto la pelota como en anteriores partidos y la primera que tocó la mandó a volar”, relataba Giménez, con una mezcla de admiración y asombro, sobre el gol de Griezmann que le dio al Atlético la victoria contra el Athletic (2-1). Ese seco y preciso zurdazo emparejó al Atlético con el Barcelona en lo más alto de la tabla con 35 puntos. El tanto le confirmó como el jugador más determinante de un equipo que se puede marchar de vacaciones como líder en solitario si suma algún punto en su visita a Málaga (20.30. Canal + Liga) porque el Barça juega en Japón su Mundial.

Mientras Simeone buscaba el dibujo y consolidaba un once, la eficacia de Griezmann, junto con la mejora colectiva en defensa, que fue lo primero que trató de corregir el técnico cuando el equipo ofreció dudas, han colocado al Atlético en esa posición más sorprendente que esperada. Partiendo desde la derecha, con la libertad que se ha ganado desde su esfuerzo para correr hacia atrás, Griezmann ha subsanado las sequías de Jackson, Torres y Vietto. Su explosividad en los metros finales también potencia la opción de ejercer la presión alta sobre la salida del balón del contrario que el Atlético ha enseñado en los últimos partidos.

Se puede decir que el equipo ha reducido los metros del contragolpe. Ya han sido varios los goles que ha logrado tras un robo de balón cercano al área del rival. Griezmann se desenvuelve muy bien en el alto voltaje de esos contraataques que se inician a 30 o 40 metros de la portería enemiga, donde, después del robo, lo fundamental es la velocidad y una precisión de ejecución contundente en los pocos pases que hay que dar y los pocos metros que recorrer.

El estrellato ha convertido a Griezmann en uno de los valores de mercado que más se han revalorizado. Los grandes clubes y los más poderosos económicamente siguen muy de cerca esa evolución exponencial. De todos, es el Chelsea, que también parece que se ha fijado en Simeone como sustituto de Mourinho, el que menos disimula. Ha filtrado su nombre y el de su entrenador en medio de la profunda crisis en la que ha dejado el técnico luso al conjunto londinense.

El Chelsea y Simeone

Preguntado en la previa del partido por el interés del Chelsea, Simeone zanjó: “Ningún comentario, más allá del respeto para todos”. Lo mismo que cuando fue preguntado por el posible liderato en solitario: “Todo lo que suceda no lo puedo contar con palabras porque aún no ha sucedido”.