Ejemplaridades y una racha rota
Como cada lunes y jueves, Juanma López Iturriaga analiza la actualidad deportiva con su particular estilo
10/12 Jueves
Benzema es apartado de la selección francesa a la espera de que se resuelva su situación judicial. El Madrid, por su parte, recibe su vuelta a la cancha con alegría, pues sabe de su importancia al ser el único de su trío estelar atacante (cada día soporto menos, por puro hartazgo, lo de la BBC, MSN o la palabra de moda, tridente) que conoce el significado y la importancia de la palabra pausa. Resulta interesante el debate sobre lo hecho por unos y por otros. Francia ha decidido que mientras haya tamañas sospechas, como al parecer las hay, de que el comportamiento de Benzema está muy lejos de la ejemplaridad, piensa que mejor curarse en salud. El Madrid, en cambio, se abraza a la presunción de inocencia y le ofrece su solidaridad y comprensión. Unos le piden que demuestre su inocencia. Los otros, que los que acusan prueben su culpabilidad. La pregunta es pertinente. ¿Dónde se pone la línea para tomar medidas? Un debate, por cierto, en el que nuestros políticos llevan metido unos cuantos años. ¿Basta con que haya indicios? ¿Hay que esperar a que sea imputado? ¿A que sea declarado culpable? Si la ejemplaridad debería ser condición necesaria para un político, ¿lo es también para un futbolista?
11/12 Viernes
Hablando de ejemplaridades, José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, queda a los pies de los caballos al publicarse información sobre (supuestos) tejemanejes que tenían como objetivo el convertir gastos privados tanto suyos como de su familia en gastos federativos. A la vista de los correos mostrados, la defensa de Sáez y de alguno de sus colaboradores se antoja complicada. Tampoco creo que ayude mucho su desaparición de la escena, por mucha baja médica que tenga, y la sustitución (que parece más definitiva que temporal) por el vicepresidente Martin Caño. El golpe a la imagen de la Federación es descomunal, pues durante muchos años parecía modelo de gestión económica y deportiva, una máquina de lograr recursos y recolectar medallas. Seguramente haya sido las dos cosas, pero el conocer ahora que aquel que dirigió todo el tinglado puede que haya sufrido también el síndrome del cortijo, que parte de ese dinero puede haber servido no solo para crear y mantener equipos campeones sino para pagar caprichos personales o familiares, lo contamina casi todo. En este contexto, entiendo que la carta publicada y firmada por 33 jugadores internacionales (en la que no se nombra a Sáez) es un intento de crear un dique de contención para preservar lo deportivo de todo lo demás. Falta va a hacer, pues viendo el goteo informativo de actuaciones de dudosa ética (siempre supuestas) el asunto es más tsunami que tormenta pasajera.
12/12 Sábado
Se celebra el sorteo para la Eurocopa y España jugará con Turquía, Croacia y República Checa. Pues bueno. Metidos en los fregados deportivos que estamos, estas noticias sobre el futuro no duran más allá de 24 horas. Se cuenta un poco de cada equipo, los jugadores que tienen esos países por nuestros lares y ¡hala! que ya habrá tiempo de comentar más cosas allá por junio. Ahora toca hablar de la siesta anticipada que se echó el Barcelona ante el Depor y que le costó un disgusto, del partido que hizo ayer el Madrid de baloncesto y que vuelve a demostrar que nuestros mejores jugadores necesitan verse a un paso del abismo para sacar lo mejor que tienen, de la derrota ante Noruega de las chicas en balonmano en el último partido de preparación (oficial) antes de los cruces. O también de Javier Fernández, que ha protagonizado un duelo épico con Yuzuru Hanyu a ver quien hacía la mayor virguería llevando unos patines de hielo y que ha puesto a reventar las gradas del Fórum de Barcelona. Esto me lo han contado, pues ya he comentado en alguna ocasión que este tipo de deportes, como el patinaje o la gimnasia me ponen muy nervioso, ya que me paso todo el ejercicio pensando que en cualquier momento se van a caer y tirar por tierra miles de horas de trabajo. El caso es que cada vez queda menos espacio para hablar del futuro en un presente tan atiborrado.
13/12 Domingo
Ohhhhh, se acabó la racha. Al vigesimoquinto partido, cayeron los Warriors en Milwaukee. La verdad es que lo lamento, pues cosas como estas son las que te animan y entretienen la larga travesía de los infinitos partidos que inundan las temporadas regulares. Además, hacerlo disfrutando de un juego como el de Golden State y un jugador mágico como Curry añadía un punto más de atracción. Pero llegó el día donde no solo se vieron delante de un rival acertado, sino que otras circunstancias se aliaron en su contra. Un agotador partido con dos prórrogas el día anterior, el séptimo encuentro en una gira por el este (un montón de días fuera de casa) junto con un par de lesiones y la habitual excitación de equipo y afición rival ilusionados con ser los primeros en derribarlos terminó doblegándoles. El récord de los Lakers (33) queda a salvo y ahora Curry y compañía volverán a la rutina diaria con un objetivo a largo plazo: asaltar el 72-10 de los míticos Bulls de la temporada 85-86. Para ello deberían hacer un 48-9 en lo que resta. Más o menos, pueden perder uno de cada seis. Visto lo visto hasta ahora, no parece muy descabellado.
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