Sergi Darder: “Al sonar La Marsellesa, pensé lo bonita que es la vida”
El jugador mallorquín se adapta al Olympique de Lyon, que este miércoles recibe al Valencia
Entre las clases de francés y los entrenamientos, a Sergi Darder (Mallorca; 1986) le gusta pasear con su novia Mireya por el parque Tête d'Or para ver los coloridos jardines y el improvisado Zoo. Se ha hecho a Lyon y poco a poco se amolda a un equipo que juega distinto de lo que siempre practicó. Quería disputar la Champions y, aunque se le ha acabado antes de tiempo—, lo ha disfrutado y espera que el OL recupere el nivel. El miércoles se bate con el Valencia.
Pregunta. ¿Qué sintió cuando escuchó por primera vez la música de la Champions en el césped?
Respuesta. Se me puso la piel de gallina. Pero evité que fuera a más, que me pudieran los nervios, porque antes de los partidos hay que tener la mente en blanco para poder competir. Otra cosa fue tras los atentados de París…
P. ¿Cómo lo vivió?
R. Fue muy duro. Cuando sonó la Marsellesa ante el Niza, sólo podía pensar lo bonita que es la vida. Es que me pilló solo, sin mi familia, y pasé miedo. Son días en los que te da respeto salir; miras a los alrededores por si hay algo raro… No lo entiendo; son cosas que no se me pasarían por la cabeza ni en los peores momentos. ¿Perder tu vida para matar a otros que son inocentes? Una locura. Pero no se puede vivir con miedo; la vida y el fútbol siguen.
P. En el fondo, ¿se marchó del Málaga para jugar en Europa?
R. Fue uno de los motivos, sí. Pero también porque uno no puede dejar pasar el tren de un club con la historia y la importancia del Lyon, que siempre mostró su interés por ficharme. De lo contrario no me hubiera ido de un club en el que estaba tan bien.
El dinero importa, aunque no lo es todo y en una carrera que es corta, antepuse disfrutar de una experiencia europea”
P. “Quiero pedir perdón a la afición del Málaga porque no estuve a su altura”, escribió en una carta de despedida. ¿Por qué?
R. Porque soy agradecido y el Málaga cumplió mi sueño de jugar en Primera. Al marcharme, no hice las cosas bien y dejé a una afición que siempre me animó. Fallé en manejar los tiempos. Y como estaba en Argentina con el equipo y el área deportiva, pues me metí en un papel que no me tocaba. Debí dejar las cosas a mis agentes. Aprendí la lección.
P. La directiva le replicó con dureza, diciéndole que no era un verdadero malaguista.
R. No me merecía esa respuesta. Yo no quería atacar a nadie sino que quise explicar mis motivos. Y si le ofendió a alguien mi carta, vuelvo a pedir perdón. Pero el fútbol también es un trabajo y claro que el dinero importa, aunque no lo es todo y en una carrera que es corta, antepuse disfrutar de una experiencia europea.
P. ¿Uno está preparado para jugar al fútbol pero le falta un máster en aceptación de críticas por ser una persona pública?
R. Más o menos. Mucha gente ve al fútbol como un trabajo de dos horas a cambio de mucho dinero. Y, aunque no cambiaría mi profesión por nada del mundo, también hay que aguantar críticas y tener una vida un tanto condicionada… Yo tomé la decisión sabiendo a lo que me exponía. Pero duele igual.
P. Ahora está en el Lyon, pero hace años en el Espanyol le dijeron que no contaban con usted.
R. Fue duro. Y si me hubiera pillado tres años mayor, seguramente habría tirado la toalla. Pero no me rendí porque mi objetivo era debutar en Primera, que por algo me fui de casa a los 13 años. Por suerte, el Málaga [primero fue en el filial] me dio la oportunidad.
En la Champions pagamos la inexperiencia. Debemos intentar ganar al Valencia por la afición, por nosotros y por el bien de la competición”
P. Y Schuster, ¿no?
R. Sí. En una pretemporada me dijo: ‘Si no haces tu fútbol, no vas a jugar. Pero si lo haces, tienes mi confianza’. Me cambió la vida y por eso estoy en el Olympique.
P. ¿Cómo es la Ligue 1?
R. En España hay más nivel técnico para salir de la presión, para salir jugando y tener más posesión; es un fútbol más vistoso. Aquí se basan mucho en la presión y en la intensidad, por lo que te quitan medio segundo para pensar en cada jugada.
P. ¿Sólo se sale airoso el PSG?
P. Es otro nivel, otro presupuesto. Nuestro objetivo era seguirle el ritmo, pero nos ha faltado un poco de tranquilidad y estamos en una mala racha. Debemos recuperar la confianza. Y en la Champions hemos pagado la inexperiencia. Al menos debemos intentar ganar al Valencia por la afición, por nosotros mismos y por el bien de la competición..
P. ¿Usted en qué debe mejorar para que el entrenador le deje acabar un partido?
R. Me falta un poco de adaptación. El sistema es diferente a lo que siempre he jugado [Fournier utiliza un 4-4-2 en rombo] y debo ser más agresivo. Estoy contento y también estoy feliz en la ciudad.
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