Kobe, una gala gélida y un patinazo
Como cada lunes y jueves, Juanma López Iturriaga analiza la actualidad deportiva con su particular estilo
26/11 Jueves
El Consejo Superior de Deportes otorga la medalla de bronce al Mérito Deportivo a Garbiñe Muguruza, y esta aprovecha para darse un garbeo por los medios. Terminada su exitosa temporada, hace balance del año donde ha dado el gran salto, consciente que ya nada será igual. Chica lista, tiene claro lo que le viene a partir de ahora. “Antes era la que podía ganar, ahora soy la que debe ganar”, afirma. Tiene razón, pues ha llegado a un punto clave de su carrera, un momento crítico donde muchos otros se abrasaron. No es nada fácil llegar, pero mucho más complicado es mantenerse. Sobre todo porque la presión con la que acudirá a los torneos no será la misma. Ni la tensión de sus rivales, estimulados por ganar a una Top 3. Ni la atención de los medios, que ya le han incluido en su rutina informativa. Ni su propia exigencia, pues como cualquier bestia competitiva, y en esas alturas todas lo son, hoy quiero más que ayer pero menos que mañana. Solo desearle que esa presión que ahora dice gustarle, nunca lo deje de hacerlo.
27/11 Viernes
El Madrid de baloncesto vuelve a perder en Euroliga y la cosa se está poniendo más que fea. Su derrota en Belgrado le coloca con un inesperado e insólito 2-5, y ya existen un par de posibilidades (remotas, eso sí) de que incluso ganando los tres partidos que le restan, se quede fuera a las primeras de cambio de la competición en la que son actuales campeones. Las posibles explicaciones son varias y van desde la falta de una pretemporada en condiciones al lógico tiempo que se necesita para la integración de los nuevos, pasando por el cansancio de los internacionales o el bajón defensivo que puede tratarse como un efecto secundario de todo lo anterior. El caso es que el Madrid mira ya de frente al abismo en una época del año donde lo normal sería dedicarte a afinar mecanismos, no a jugarte la temporada. Como los de Laso se han ganado el derecho a seguir confiando en su talante competitivo, no habrá que rasgarse las vestiduras hasta que la cosa no tenga remedio, cosa que me sigue pareciendo improbable. Eso sí, hace un mes, estar con el agua al cuello en noviembre parecía imposible.
28/11 Sábado
Lo que faltaba. Nos cuentan desde Abu Dabi que McLaren no descarta un año sabático de Alonso. Lo dijo como quien no quiere la cosa Ron Dennis, gerifalte de la marca, dejándolo caer como una posibilidad que hasta ese momento nadie había contemplado como posibilidad. Rápidamente los Dennisólogos, los McLarenólogos y por supuesto, los Alonsólogos se han puesto a descifrar palabra por palabra, letra por letra, lo dicho por el otrora Gran Ron y por supuesto, la respuesta de Fernando. ¡Pero si voy a tomar las medidas del asiento el miércoles! dijo el asturiano (y le ha faltado una clásica coletilla del Todo por la Radio, la de cómo lo vas a hacer así, marichocho). Además de tenerle envidia porque a mí también me gustaría tener un asiento a medida, pagaría igual hasta 10 euros por saber qué está pensando de verdad Alonso. Yo apostaría a que su frase de cabecera es esta: ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Mi padre lo tendría claro. Cuando me quejaba o echaba las culpas hasta al empedrado, lo resolvía con un “algo habrás hecho”.
29/11 Domingo
Casi todos los grandes deportistas tienen un primer día en donde llaman la atención para no volver a perderla nunca más. Es ese momento, ese partido, ese instante, donde pasan de ser meros posibles a convencernos a todos de que nos encontramos en el comienzo de algo especial. Ese día que queda grabado para la historia futura y cuando dentro de muchos años, se pase revista a una gran carrera, se empezará por ahí. Aquel tiro de Jordan en la final universitaria, la Copa del Rey donde nos dimos cuenta que Gasol era ET, el partido ante el Zaragoza de Raúl o el día en el que Sergio García casi barbilampiño le plantó cara al mismísimo Tiger Woods. Hoy, en Bilbao, un chaval de 16 años llamado Luca Doncic, puede que haya escrito la primera página de una carrera que se atisba extraordinaria. Hasta ahora sólo conocíamos detalles en los pocos minutos que suele jugar o exhibiciones ante chicos de su edad. Y de repente, con su cara de niño, que es lo que es, nos enseña tal muestrario de capacidades ante hombres hechos y derechos y en un ambiente muy caldeado, que a pesar de estar avisados, nos lleva al asombro. Seguro que habrá otros muchos días en los que se ganará todo tipo de elogios, pero como en otros aspectos y situaciones de la vida, la primera, la de hoy en Bilbao, será especial y quedará marcada para los restos.
30/11 Lunes
Kobe Bryant anuncia su retirada y la noticia me deja frío, quien sabe si es porque ahora solo tengo ojos para Stephen Curry. O quizás es porque a Kobe ya le tenía en la lista de exjugadores, aunque siguiese en activo. Intelectualmente, el enorme tamaño de su figura es indiscutible. Cinco anillos, un porrón de puntos anotados y muchas hazañas en su biografía consecuencia de un descomunal talento para jugar a este deporte. Bryant ha sido un killer, uno de los grandes anotadores de la historia. Obsesionado y estimulado por competir con Jordan, al que no ha superado en anillos pero sí en anotación, su longeva carrera le coloca sin duda en el Olimpo. Otra cosa es la empatía que transmite. Al lado de sus capacidades siempre ha dejado rastro de un cierto egoísmo, no son pocos los que echan pestes de su personalidad y durante su carrera hemos dudado más de la correcta jerarquía de sus objetivos, pues hemos sospechado que primero estaba él y luego su equipo. Si bien ha tenido una carrera plagada de éxitos, el final no está siendo acorde con su figura. Las lesiones y el estratosférico desplome de una franquicia legendaria como la de lo Lakers (en la que él ha tenido su cuota de responsabilidad) hace que su marcha parezca más obligada que voluntaria. Sea como fuese, se marcha una superestrella que se ha ganado con creces su sitio en la historia.
01/12 Martes
No he dormido bien esta pasada noche, y creo que el motivo ha estado en que ayer estuve viendo un rato la gala de la LFP. Es que fue tremenda, insalvable incluso para Leo Harlem, un dios del monólogo. Tuve que subir la calefacción del frío que emanaba de la tele. ¡Qué ambiente! ¡Qué caras! ¡Qué alegría de los elegidos al recoger el galardón! Y no hablemos de la lógica de los premios. Eso de que Messi ganase el mejor jugador de la liga y luego no estuviese entre los tres mejores americanos ya es un misterio para Iker Jiménez y que el vídeo previo a la proclamación del mejor portero fuese uno de cantadas no pareció muy buena idea. Pero el clímax se alcanzó cuando Cristiano fue galardonado con el premio de la afición. Hombre, Ronaldo es merecedor de muchos reconocimientos, pero este precisamente….. No debe extrañar que al instante fuese tendencia tuitera #inventaunpremioparaCristiano. Yo es que creo que no hay universo menos propicio para un acto así, donde se huele que lo que se busca no es premiar a los mejores, sino no enfadar a los grandes, donde los galardonados no dejan entrever ni una sola emoción y, al menos por la televisión, da toda la impresión que la mayoría preferiría estar tranquilamente en su casa.
02/12 Miércoles
Joder, joder, joder, chatina; ¿pero cómo es posible?, diría Arturo Fernández al enterarse de que el Madrid está a un paso de quedarse fuera de la Copa por alineación indebida. Eso nos preguntamos todos, los madridistas estupefactos, los demás con una sonrisa imposible de borrar. La verdad es que cuesta creer un error de esta envergadura, que, como no podía ser de otra forma, es aprovechado para una ronda más de chanzas hacia el club blanco. Esta vez, además, hay poca escapatoria posible, pues no existe un Manchester United al que echar la culpa como ocurrió en el último desaguisado. Para más inri, fue en Cádiz donde se produjo el hecho, y la afición gaditana se dio una hartada de reír con todos los medios de comunicación presentes. No sé si lo ocurrido es un síntoma o simplemente un error, pero está claro que la marca Real Madrid no atraviesa por sus mejores momentos. Casillas, Ancelotti, De Gea, Benítez, Ronaldo, Bale, el victimismo de su presidente y un juego que dista del deseado conforman un cuadro muy distante del que se le supone si comulgamos con el mantra de su presidente, que repite una y otra vez que es el mejor club del mundo. Lo ha sido, sin duda, pero la renovación de ese liderazgo indiscutible del siglo XX no parece ir por buen camino.
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