Javier Fernández llena el Fòrum de Barcelona

Ha dejado atrás las camisas de volantes, se ha bajado del escenario de El barbero de Sevilla, se ha olvidado de Fígaro. Esta vez son Marlon Brando, Frank Sinatra y la película Guys and Dolls lo que inspira a Javier Fernández sobre sus patines. Se vuelve un dandi, juega con los dados, como si estuviera en un casino y no en una pista de hielo e intenta transmitir toda esa alegría al público. Así es el nuevo programa largo del español, que ganó el pasado domingo la Copa Rostelecom de Moscú y es el primer clasificado para la final del ISU Grand Prix de Patinaje Artístico, que se celebra del 10 al 13 de diciembre en Barcelona. “Es una historia con mucha fuerza. Tiene mucha dificultad técnica; cada vez que veo el programa, observo mis fallos y sé cómo mejorar. Hay todavía mucho margen de mejora”, asegura el protagonista, recién aterrizado en Barcelona.

Dice que el título de campeón del mundo que logró el pasado marzo, un hito para el patinaje español, no ha cambiado sus rutinas. Aunque siente más presión cuando compite. “Noto un cambio en los espectadores. Cuando fallo se advierte una reacción distinta en el público, ya no soy el españolito que les gusta por como patina, soy el campeón. Pero que la gente quiera que compitas bien es positivo”, asume. La presión ya la notó hace un año en la final de Barcelona. Era la primera vez que competía en España: “No sabía si los nervios me jugarían una mala pasada, lo hicieron y no supe transformar toda esa energía”, reconoce. Y quedó segundo, por detrás de Yuzuru Hanyu, el excampeón del mundo. Ahora tiene la experiencia. Y el título. Así que le toca dar el callo.

El público, que prácticamente llenará las gradas del Centre de Convencions Internacional de Barcelona (CCIB), aguarda expectante. Los porcentajes, al parecer, no han variado mucho respecto a los de 2014. Un 70% de los asistentes al Fòrum será de fuera, muchos extranjeros llegados de puntos tan remotos como Japón o Canadá, donde la tradición tira mucho. Ya ocurrió el año pasado, cuando se celebró por primera vez en la ciudad condal la final del ISU Grand Prix –reúne a los seis mejores deportistas de la temporada en las cuatro categorías: masculina, femenina, parejas y danza–, que solo el 30% era público local. Y volverá a ocurrir esta vez. Aunque con más o menos barceloneses en las tribunas, el lleno parece asegurado: a tres semanas de que comience la competición, los organizadores –el Ayuntamiento de Barcelona y la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH) – aseguran que ya han vendido más del 88% del aforo. Es más, para el sábado, día en que se celebran las finales, ya no quedan entradas. Javier Fernández, campeón del Mundo y de Europa, es todo un filón.