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El clásico de Benítez

En un ejercicio de desdramatización, el técnico del Madrid dice que en el partido de hoy únicamente se juega “tres puntos”

Rafa Benítez y los jugadores del Madrid, durante el entrenamiento de ayerFoto: atlas | Vídeo: PAUL WHITE (AP)
Diego Torres

Rafa Benítez llega al primer gran clásico de su carrera apremiado por la aritmética. Si el Madrid pierde esta tarde ante el Barça se quedará a seis puntos del liderato a un mes de las Navidades. “Solo me juego tres puntos”, dijo el entrenador madrileño, sonriente, en un ejercicio de desdramatización que muy pocos en la conferencia de prensa celebrada ayer en Valdebebas interpretaron como una manifestación de tranquilidad. Hasta ahora ningún entrenador en sus circunstancias se jugó solo tres puntos.

Superada la reciente ola de lesiones del equipo, la disposición de todos los integrantes de la plantilla añade un problema nuevo a Benítez. Por primera vez en la temporada deberá descartar a futbolistas importantes. Enviar al banquillo a Benzema, James, o Bale, supone ir contra la corriente institucional. A diferencia de su predecesor, Carlo Ancelotti, el técnico exhibe la necesidad de ser fiel a su ideario, esa abstracción que denomina “equilibrio” y que a veces parece conspirar contra la naturaleza aventurera de la mayoría de sus figuras.

No es lo mismo enfrentarse al Barcelona con el Extremadura, el Liverpool o el Madrid”

“No es lo mismo enfrentarse al Barcelona con el Extremadura, el Liverpool o el Madrid”, respondió el técnico, afanándose en mostrarse como alguien experto que está a la altura de las circunstancias, cuando ayer le preguntaron si sabía cómo ganar el clásico. “El Madrid tiene unos jugadores de unas características que hace que deban atacar y llegar a la portería adversaria. Eso es lo que intentaremos hacer”, explicó.

Benítez explicó que sabe administrar el talento inusual de sus futbolistas y que esto consiste en lanzarlos al ataque incluso contra un Barça que supuestamente lo intimida. Exactamente lo que quiere oír la directiva, deseosa de que brillen James, Kroos, Bale, Benzema, Cristiano y Modric, todos juntos.

Benítez repite que su intención es practicar un fútbol ofensivo. Insiste en ello desde junio, cuando le contrataron. Pero los aficionados asisten a otra cosa. En el Bernabéu se escucharon pitos. Los planteamientos tampoco han convencido a los futbolistas. Ramos cuestionó al entrenador después del derbi del Calderón y tras la derrota de Sevilla (3-2) fue Cristiano quien se quejó, siempre ante las cámaras. El portugués protestó haciendo aspavientos para señalar que el equipo especulaba metiéndose en su campo y que así todo resultaba más difícil. "¡Jugamos demasiado atrás!", lamentó.

Benítez & Luis Enrique

Benítez se ha enfrentado al Barça en 10 ocasiones con un balance de tres victorias, un empate y seis derrotas con 11 goles a favor y 14 en contra.

Luis Enrique suma cuatro partidos contra el Madrid con dos victorias y dos derrotas ante los blancos y una contabilidad de cinco goles a favor y siete en contra.

Será el primer clásico entre ambos y se miden dos estilos. El Barça controla el 65% de la posesión, el Madrid el 58%.

La actitud de Cristiano no contribuyó a fortalecer la figura del técnico. Benítez defendió ayer su autoridad frente a los medios que, como Marca, informaron de que los más veteranos del vestuario le pidieron cambiar de planteamiento y atacar al Barcelona sin complejos. “Es absolutamente falso que haya mantenido una reunión con los jugadores”, protestó el entrenador. “Llevo muchos años gestionando equipos de fútbol y no me ha ido nada mal. Yo seguiré trabajando de la misma manera”.

Benítez emplea términos de la administración de empresas. Recuerda que él no solo entrena. Él gestiona. Él es un estratega. Su problema son los resultados. Llegar al clásico tres puntos por debajo del Barcelona no le da muchas garantías ante una junta directiva que cuenta con analistas que saben hacer cálculos de probabilidad.

Son expertos que estudiaron el calendario de Liga a fondo y ya en el verano llegaron a la conclusión de que, o sacaban ventaja al Barcelona antes de Navidad, o después la competición sería más difícil. El arranque de Liga fue propicio: Sporting, Betis, Espanyol y Granada constituyeron una pista de despegue ideal para que el Madrid ganara altura. No fue posible a pesar de que el Barça todavía no enfrentó a estos rivales, pero sí se midió a los equipos más potentes del torneo, incluido el Villarreal, que no ha jugado contra el Madrid.

El plan inicial era llegar al clásico con ventaja y ha sido imposible cumplirlo, incluso cuando el rival perdió a Iniesta durante un mes y a Messi durante dos. La plaga de lesiones no solo ha golpeado Valdebebas. Pero Benítez sigue advirtiendo de que perdió a demasiados futbolistas por lesión.

“El calendario termina enfrentando a todos contra todos”, declaró, defendiéndose. “Y nosotros también hemos tenido lesionados... Pero yo soy optimista. No me gusta estar segundo. Quiero estar primero, por supuesto. Y tenemos la oportunidad de arreglarlo contra el Barça”.

El técnico no quiso responder cuando le preguntaron si James estaba al cien por cien y advirtió de que debía ponderar la titularidad de Benzema hasta el final. Más rotundo fue cuando dijo que jugaría Ramos, que sufre un pertinaz esguince en el hombro.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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