La IAAF suspende al atletismo ruso
Rusia deberá cumplir una serie de medidas y someterse a la supervisión internacional para que sus atletas puedan competir en los Juegos de Río
“Es la sanción más dura que podíamos dictar en estos momentos”, dijo ayer el presidente de la federación internacional de atletismo (IAAF), Sebastian Coe, después de anunciar que el 201º Consejo que su federación celebra había decidido por 22 votos a favor y uno en contra (ni COE ni el miembro ruso votaron) suspender la pertenencia a la IAAF de la federación rusa de atletismo (ARAF). Esta medida, tomada de acuerdo con los artículos 6.11(b) y 14.7 de su constitución, supone que, mientras dure la suspensión, provisional, indefinida y con efecto inmediato, ningún atleta ruso podrá participar en ninguna competición internacional, incluidos los Juegos Olímpicos de Río, en agosto de 2016.
La suspensión, dictada para acatar la recomendación de un informe de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que revelaba un sistema de dopaje de Estado, puede recurrir Rusia ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) solo se levantará, indicó la IAAF en un comunicado, si la “nueva” ARAF cumple una serie de medidas a criterio de una comisión de inspección independiente presidida por el noruego Rune Andersen, un experto antidopaje internacional, al que acompañarán tres miembros del Consejo de la IAAF que serán designados en los próximos días. La ARAF podría recurrir ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) o aceptar una suspensión plena. Si no la acepta inmediatamente, la IAAF abrirá el correspondiente expediente para proceder. Ante el TAS, de todas maneras, la ARAF deberá someter inmediatamente todos los procedimientos por dopaje que tenga abiertos a sus atletas.
Consecuencias de la suspensión
“El sistema le ha fallado a sus atletas, no solo en Rusia, sino en todo el mundo”, reconoció en su comunicado Coe, presidente desde agosto, que presidió la reunión de su Consejo, de más de tres horas de duración, por video conferencia desde su oficina de Londres y no desde la sede de la IAAF en Mónaco.
Los atletas rusos sí que podrán disputar competiciones nacionales, pero deberán someterse a los controles antidopaje de la IAAF y de la AMA, que justamente suspendió, también ayer, a la agencia antidopaje rusa (Rusada), por considerar que no cumplía con el Código Mundial Antidopaje. Aparte de los Juegos Olímpicos, el atletismo ruso, una de las grandes potencias mundiales (habitualmente, excepto en los últimos mundial, donde fue décima, segunda en los medalleros después de Estados Unidos) no podrá participar en marzo en los Mundiales en pista cubierta de Portland (Estados Unidos) ni en julio en los Europeos al aire libre de Amsterdam. Además, Rusia se ha visto privada de la organización de la Copa del Mundo de marcha, prevista en Cheboksary, y del Mundial júnior de 2016 previsto en Kazán.
Mundial de fútbol 2018
La suspensión por parte de la AMA de la Rusada supone, por otra parte, que Rusia tampoco podrá organizar ningún otro evento de ningún deporte mientras se mantenga la sanción. Si no lograra su readmisión a tiempo, Rusia podría perder, así, la organización del Mundial de fútbol de 2018. El presidente del comité de organización del campeonato es Vitali Mutko, también ministro de Deportes ruso y, según se desprende indirectamente del informe de la AMA, cerebro del dopaje de Estado denunciado y castigado. Hasta ahora, la única medida tomada por Rusia ha sido la destitución del director de su laboratorio antidopaje, una instalación cerrada por la AMA tras desvelarse que habían sido destruidas irregularmente 1.417 muestras sospechosas.
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