Registran la Federación Alemana por pagos previos al Mundial 2006
La hacienda germana interviene la sede en el marco de una investigación por presunta evasión fiscal de 6,7 millones de euros
La poderosa Federación Alemana de Fútbol (DFB), la organización deportiva nacional más grande del mundo, vivió este martes quizás el día más negro de su historia cuando varias decenas de agentes de la Fiscalía de Fráncfort y de la Inspección de Hacienda irrumpieron por sorpresa a su sede en el marco de una investigación por presunta evasión fiscal relacionada con una transferencia de 6,7 millones de euros realizada por la DFB a la FIFA antes del mundial de 2006.
La investigación, que pretende aclarar si el organismo disponía de una caja B, está dirigida contra el actual presidente del organismo, Wolfgang Niersbach, miembro también del Ejecutivo de la FIFA, su antecesor en el cargo, Theo Zwanziger, y el ex tesorero del Comité Organizador y ex secretario general de la DFB, Horst R. Schmidt, cuyos domicilios también fueron registrados por la policía.
Según Niersbach, Blatter, ofreció a Beckenbauer una subvención de 250 millones de francos suizos
“La Fiscalía de Fráncfort ha iniciado una investigación por sospechas de evasión fiscal en un caso particularmente grave, en relación con la adjudicación de la sede del mundial de Futbol 2006 y por la transferencia de 6,7 millones de euros realizada por el Comité Organizador del Mundial de la DFB a la FIFA”, señala el organismo en un comunicado
Después de revisar las principales dependencias de la sede de la DFB, los agentes se incautaron de documentos, ordenadores y discos duros, una acción que evidencia que el escándalo que destapó la revista der Spiegel hace tres semanas, cuando reveló que la DFB había sobornado a cuatro miembros del comité ejecutivo de la FIFA para obtener el Mundial 2006, puede alcanzar una nueva dimensión penal.
Según la fiscalía, al actual presidente de la DFB y a los otros dos exfuncionarios se les acusa de presentar datos inexactos en la presentación de la declaración de impuestos. El tema central de la investigación, que le puede costar el cargo y una pena de prisión al actual presidente del organismo, es el origen de los 6,7 millones de euros que habría prestado el ex presidente de Adidas, Robert-Louis Dreyfus, al comité organizador del mundial, una suma que habría sido utilizada para financiar un nunca realizado programa cultural en el marco del torneo.
La fiscalía puso en marcha la investigación después de descubrir que el uso y la existencia de los 6,7 millones de euros no habían sido consignados en ningún documento fiscal de la Federación. Según der Spiegel, el dinero fue utilizado para sobornar a cuatro delegados asiáticos del comité ejecutivo de la FIFA, mientras que la versión oficial de la DFB señala que el dinero sirvió para obtener una subvención de 170 millones de euros de la FIFA. El expresidente investigado Zwanziger declaró que el soborno a los delegados asiáticos le había sido revelado en 2012 por Gunter Netzer, embajador del Mundial 2006. El exfutbolista del Real Madrid ha negado tal extremo y ha amenazado a Zwanziger con una querella.
Durante una desastrosa rueda de prensa hace 10 días en Fráncfort, el actual presidente de la DFB, Niersbach, aseguró que el organismo había actuado correctamente en la adjudicación de la sede del Mundial 2006. “No hubo una caja B y ganamos la adjudicación por 12 votos contra once. No es cierto que obtuviéramos la sede con métodos incorrectos”, afirmó. Poco después, Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador de aquel Mundial, admitió que había cometido un error al haber aceptado la propuesta de la Comisión de Finanzas de la FIFA para obtener un subsidio financiero. “No se compraron votos para obtener la sede del Mundial 20006” afirmó el Káiser en una breve declaración.
La redada revela que ambos protagonistas le mintieron a la opinión pública, pero la fiscalía no ha iniciado una investigación oficial contra el excapitán del Bayern y de la selección que ganó el Mundial de 1974.
“Si las sospechas que existen cristalizan en una acusación formal, el caso terminará ante un tribunal”, señaló la fiscalía. En ese hipotético caso, si Niersbach y compañía son declarados culpables de un delito de evasión fiscal pueden ser condenados a una pena de entre seis meses y cinco años de cárcel.
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