Nadal bate al desnortado Wawrinka
El número siete alcanza las semifinales de Shanghái tras doblegar al suizo por 6-2 y 6-1 (después de una hora y tres minutos) y se medirá en las semifinales con el francés Tsonga
Rafael Nadal se clasificó para las semifinales del Masters 1.000 de Shanghai, después de batir al suizo Stanislas Wawrinka por 6-2 y 6-1 en tan solo una hora y tres minutos. Muy sólido, el español confirmó su progresión antes de enfrentarse este sábado (no antes de las 10.30, Canal+ Deportes2) al francés Jo-Wilfred Tsonga, que superó al sudafricano Kevin Anderson con un 7-6, 5-7 y 6-4. El de Manacor no vencía a un integrante del top-4 desde junio de 2014, cuando derribó a Novak Djokovic en la final de Roland Garros.
Pese a que Wawrinka le había derrotado las dos últimas veces que se habían visto las caras, en Australia (2014) y Roma (2015), Nadal se topó esta vez con un adversario desnortado, que entregó nueve juegos consecutivos y cedió cuatro veces seguidas el servicio entre el primer y el segundo set. Ni rastro del revés más mortífero. Esto, unido al buen hacer del español, cada vez más cerca de sí mismo, hizo que el pulso se resolviera en un abrir y cerrar de ojos, a una velocidad y con una diferencia muy superiores a lo que presuponía el cartel.
"Forma parte del final de temporada, todos llegamos un poco cansados, pero es importante ganar a uno de los mejores del mundo, sin duda", le exculpó Nadal. Sin embargo, no hubo color. El suizo, número cuatro del ránking, saltó a la pista de Shanghái, pero pareció dejar el alma en el vestuario. Muy exigido en la ronda anterior, en la que se batió durante casi tres horas con Marin Cilic, no estuvo fino ni en los golpes ni en el servicio. Se marchó con 34 errores no forzados (por 14 del español) y defendiendo tan solo un 37% de los puntos dilucidados con sus segundos saques, mientras que Nadal se aseguró un 76% con primeros.
"Las sensaciones van mejor, sobre todo a nivel de no encadenar errores seguidos", precisó Nadal, que firmó su victoria número 300 en un Masters 1.000 y que aspira ahora a colarse en su segunda final de un torneo de segunda categoría, tras la de Madrid. "Estoy sacando bien, la pista es rapidita aquí y eso ayuda; estoy perdiendo menos pista que en todo el año y hoy he pegado bien el revés; estoy recuperándome de la derecha y de los problemas mentales, que son las cosas que más me han fallado este año. Me siento más rápido porque tengo que pensar menos. Cuando coges automatismos todo va más fluido y eso pasa porque estoy trabajando duro", agregó.
Ahora me siento más rápido porque tengo que pensar menos. Todo va más fluido"
Por el otro lado del cuadro, Djokovic (7-6 y 6-1 a Bernard Tomic) y el escocés Andy Murray (6-1 y 6-3 a Tomas Berdych) progresaron sin contratiempos. Precisamente, la derrota del checo convertirá a Nadal el próximo lunes en número cinco del circuito. Y eso, en una de las temporadas más difíciles de su carrera. "Las cosas van mejorando día a día. Han ido despacio, pero creo que estoy en una línea ascendente", manifestó el ganador de 14 títulos del Grand Slam. Ahora, Tsonga, 15º del mundo, una derecha tan incisiva como imprevisible. Con el francés, la estadística habla de un 8-3 para el de Manacor.
"Es un partido complicado, pero no se puede esperar algo fácil en las semifinales de un Masters 1.000. Intentaré salir al máximo, competir bien y estar preparado para salir agresivo porque, si le dejo pista, se mete en la red y ocupa la pista. Además, es uno de los mejores sacadores del circuito", zanjó Nadal, recompuesto peldaño a peldaño, día a día. Un poco más cerca de su objetivo.
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