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El Madrid alumbra la vía Kovacic

El croata añade un cuarto mediapunta a la alineación de Benítez, que gana en elasticidad y control para imponerse al Athletic en la victoria más convincente de la temporada

Diego Torres
Mateo Kovacic conduce el balón acosado por Raúl García, el miércoles en San Mamés.
Mateo Kovacic conduce el balón acosado por Raúl García, el miércoles en San Mamés.©GTRESONLINE

San Mamés ha servido tradicionalmente como campo de criba. Distingue a los buenos de los mejores. El miércoles, bajo sus anillos, se destacó Mateo Kovacic, cuya primera titularidad con el Madrid en partido oficial coincidió con la victoria más convincente del equipo en lo que va de temporada. El 1-2 no solo aseguró el liderato de la Liga. Sobre todo, calibró el verdadero poderío de la línea de medios del Madrid a la luz de la contribución del último en llegar.

Rafa Benítez pidió dos refuerzos a la directiva del Madrid al abandonar la concentración de pretemporada en Australia: un nueve “de área” y un volante central con calidad para ser titular. El técnico argumentó que Casemiro era un excelente mediocentro defensivo pero dijo que carecía de las virtudes necesarias para ser algo más que un diligente sustituto de Kroos. Las versiones sobre lo que ocurrió a continuación divergen.

Según un responsable del club, el presidente, Florentino Pérez, receloso de las tendencias conservadoras del entrenador, le ofreció a Mateo Kovacic. El técnico opinó que poseía un gran potencial y que, en unos años, podría superar a Toni Kroos pero que, a modo de objeción, cabía indicar que era un mediapunta nato y que por tanto carecía de las cualidades defensivas de los mediocentros tal y como él los prefería. Dio igual. A las 24 horas de la consulta Kovacic, que militaba en el Inter, ya estaba fichado. Según otra fuente del club, Benítez apuntó que quería siete suplentes de calidad para siete puestos clave, y que aprobó el fichaje de Kovacic como sustituto de Modric después de que el presidente se lo ofreciera en una lista.

Solo Toni Kroos, el nudo de todas las jugadas del Madrid, dio más pases que Kovacic en San Mamés. Ágil para desmarcarse, perfilarse y tocar de primeras, este croata de piernas finas y nariz de boxeador iluminó el juego del equipo en el atolladero que plantearon Raúl García, Sabin, Susaeta, San José y Beñat. La actuación del croata, de 21 años, significó algo parecido al descubrimiento de la fórmula de la armonía en un equipo al que se le habían multiplicado los obstáculos para hilvanar las maniobras de ataque. Los 65 pases buenos de Kovacic frente a los 85 del veterano Kroos añadieron hierro a los cimientos del triunfo.

El entrenador objetó que el futbolista no era exactamente un pivote. Pero Florentino Pérez lo fichó igualmente

La ausencia de Bale ofreció a Benítez la posibilidad de sumar un jugador más versátil a la alineación. Con Kroos, Modric, Kovacic e Isco —cuatro mediaspuntas reconvertidos—, el entrenador interpretó el papel de táctico a discreción. Lo confesó tras el partido con la inconfundible satisfacción del jugador de Stratego que lleva dentro.

“Hemos empezado con un 4-3-3”, dijo, “luego 4-3-1-2, luego 4-2-3-1 y luego 4-1-4-1. ¿Por qué? Porque ellos apretaban y terminaron haciendo golpeos arriba desde atrás; y así los sistemas cuentan poco y hemos tenido que reforzar la defensa. Al principio hemos tenido muchísimo manejo. Como hemos visto que cambiaban fácil de orientación hemos trabajado sobre el mediocentro con Isco más al medio. Luego hemos apostado por dos mediocentros para que no nos metieran pases interiores. Y hemos terminado con Casemiro de mediocentro. Todo eso que parecen cosas raras significa que este equipo empieza a asimilar conceptos tácticos y a demostrar carácter”.

Una voz se sobrepuso al torbellino de imágenes geométricas representadas por números para inquirir por el rol de Kovacic en todo este enredo y Benítez lo mencionó como quien dice alfil, peón, caballo. “Kovacic bien”, dijo. “Es un jugador de calidad, dinámico. La idea es tener el balón”.

El Madrid cambió la orientación del triángulo de sus centrocampistas. Kroos hizo de vértice para situarse solo frente a la defensa y Modric y Kovacic se desplegaron por delante. El giro aparentemente banal transformó las posibilidades del equipo, según relató el propio Benítez. “Estuve viendo el partido de la temporada pasada para ver la situación que se podía dar”, reconoció. “El Athletic apretaba muy alto y era fundamental dar muchas líneas de pase al jugador que tenía el balón. Por eso optamos por un centro del campo diverso en cuanto a dibujo que nos ha permitido manejar el balón bastante bien. Tiene sus inconvenientes, por eso hemos tenido que ajustar y a partir de ahí el trabajo de todo el equipo compensa lo que la pizarra no te da”.

Benítez llama “inconvenientes” al hecho de que esta fórmula desprotege más a los centrales. Pero admite que el desequilibrio se puede compensar con la eficacia de las posesiones gracias al buen pie de gente como Kovacic.

“Él”, dijo Luka Modric, señalando a su paisano, mientras se encaminaban al autobús que los sacaría de Bilbao, “demostró todo lo que puede hacer y cómo puede ayudar al Madrid. Es un gran talento. Crecerá en cada partido”.

Es palabra de Modric, primer eslabón de la conexión balcánica.

Pros y contras del gran fichaje del verano

Los técnicos del Madrid elaboraron un meticuloso informe sobre Mateo Kovacic antes de que el club pagara 32 millones de euros por él en una operación relámpago que apenas duró 24 horas. El informe señalaba que el ex jugador del Inter poseía múltiples cualidades. Tantas que, con 21 años, se trataba de un futbolista todavía por definir.

Kovacic ofrecía su mejor versión en la mediapunta, indicaban los técnicos. Pero para jugar por detrás del nueve en el 4-2-3-1, añadían que es más inmaduro que Isco, Modric, James y Toni Kroos. Paradójicamente, apuntaban que le veían más preparado que a James e Isco como volante interior. Pero avisaban de que es demasiado impulsivo, con una acusada tendencia a regatear más de lo conveniente en zonas donde mantener la posición es lo primordial.

Los especialistas advirtieron de que el precio, 32 millones, era muy bueno. La única objeción que pusieron es que la plantilla ya tenía cuatro mediapuntas.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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