La rodilla de Rafinha también se rompe

Rafinha vivía una temporada feliz en el Barcelona. Marcó un gol en su estreno con Brasil. Llevaba apenas unos segundos en el campo y marcó en Estados Unidos su primer tanto con la canarinha. Fue hace pocos días. Además, el basileño, de 22 años, sabe que el club tiene preparada su renovación (su vigente contrato expira en junio de 2016) después del protagonismo que le ha concedido Luis Enrique. Ayer se quedó en el banquillo del Olímpico de Roma hasta que pasada la hora de partido el entrenador le mandó al campo para que reanimara el juego del Barça. Pero algo se torció.

El tono del partido había caído y Rafinha es un futbolista muy dinámico, versátil y con llegada, muy apreciado por el entrenador del Barcelona. Sustituyó a Rakitic (m. 61) y no estuvo ni un minuto en el campo: 56 segundos. El belga Nainggolan, el mismo que en marzo partió la pierna a Mattielo, jugador del Chievo, le tiró en una entrada muy dura por detrás que fue sancionada con una tarjeta amarilla por el colegiado Kuipers. Dejó el campo en camilla. Y salió del estadio con la rodilla derecha vendada y ayudado de unas muletas, pues no podía apoyar la pierna.

La lesión ha influido mucho en el partido, porque paralizó el juego y afectó al espíritu de sus compañeros” Luis Enrique, técnico del Barça

El doctor, bien cerca, indicó con gestos que no podía desvelar noticia alguna de su estado, que se prevé grave. A su llegada a Barcelona, este jueves, se le practicará una resonancia magnética, cuando haya bajado la inflamación, para dar con el diagnóstico adecuado. El temor es que Rafinha pueda tener una lesión parecida en su gravedad a la que sufrió su hermano Thiago en el Bayern.

“La lesión es muy fea, tiene mala pinta”, confesó Luis Enrique nada más acabar el partido. “Ha sido la noticia más desagradable de la jornada. Ha influido mucho en el partido, porque paralizó el juego y afectó al espíritu de sus compañeros”. Lo corroboró Luis Suárez, autor del único gol de los azulgrana: “La lesión de Rafa nos afectó”.

Las lesiones están martirizando al Barcelona en este inicio de curso. La gira de pretemporada, la disputa de las dos Supercopas, así como la Copa América, han castigado a un plantel ya limitado por la sanción de la FIFA, que impide que Arda Turan y a Aleix Vidal puedan jugar hasta enero de 2016. Los barcelonistas han sufrido hasta ocho bajas por problemas musculares.

Ante el Levante, el próximo domingo, no podrán jugar, además de Rafinha, Alves, Bravo, Douglas y Vermealen. Piqué tampoco podrá ser alineado porque cumplirá su último partido de la sanción provocada por su expulsión en la vuelta de la Supercopa. Así que el equipo, con Rafinha, suma hasta ocho bajas para el partido correspondiente a la cuarta jornada de Liga.