El Deportivo juega con el Rayo
El cuadro gallego hace el partido que quiere en Vallecas y se lleva la victoria cómodamente
El Deportivo se presentó en Vallecas con las ideas muy claras y los resultados obtenidos fueron jugosos. Dominador durante gran parte del encuentro, el cuadro gallego sumó la primera victoria de la temporada ante un Rayo que no arranca, no gana y, lo que es peor, parece perdido en el terreno de juego. Algo muy grave para un equipo que con Paco Jémez al mando siempre ha presumido de tener una identidad muy clara. Los de Víctor, por contra, se marchan a A Coruña felices por los tres puntos y porque por primera vez en bastante tiempo parecen un equipo sólido.
Rayo, 1 - Deportivo, 3
Rayo: JuanCarlos; Quini, Llorente, Amaya, Nacho; Baena, Trashorras; Pablo Hernández, Embarba, Ebert; Javi Guerra.
Deportivo: Lux; Laure, Arribas, Sidnei, Navarro; Juanfran, Mosquera, Borges, Fajr; Luis Alberto, Lucas.
Goles: 0-1. M. 7. Borges. 1-1. M. 27. Embarba. 1-2. Luis Alberto. 1-3. M. 60. Lucas Pérez.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea. Amonestó a Ebert, Laure, Arribas.
Estadio de Vallecas, unos 12.000 espectadores.
Este Deportivo es mucho más bloque que el del curso pasado. Su juego puede ser más o menos brillante, pero siempre sabe para qué está en el campo. Los jugadores de Víctor saben presionar arriba en un momento determinado o replegarse a partir de la raya del medio del campo para nublar el ataque del rival. Al Rayo le costó penetrar en el entramado deportivista durante buena parte de la primera mitad. Sobre todo después del gol de Celso Borges en el minuto seis. El costarricense, un asiduo en esto de golear en Vallecas, conectó un gran cabezazo a un buen centro de Luis García.
Se sentían cómodos los blanquiazules, pero dejaron acercarse demasiado al Rayo. Primero fueron los centros desde las bandas que apenas crearon peligro, pero poco a poco los de Paco se animaron viendo que su rival se arrinconaba. En el minuto 27 Ebert dio una asistencia de lujo sin tocar el balón, simplemente dejó correr el esférico para engañar a toda la defensa deportivista, que no vio cómo Embarba entraba por el medio y se quedaba solo ante Lux para empatar.
Pero pocas veces una alegría fue tan efímera. En el ataque siguiente el Dépor se lanzó al área del Rayo con la furia de la fiera herida. Un balón suelto fue aprovechado por Luis Alberto para devolver el mando al equipo gallego. El partido parecía encaminarse a la locura, o al menos eso intentó el cuadro local, pero los ánimos se fueron aplacando con el paso de los minutos hasta el descanso.
El receso afianzó el estado del partido. El Deportivo se reafirmó en su plan de acción y no pudo salirle mejor. Primero siguió bien plantado en su campo, mordiendo cada vez que un franjirrojo osaba entrar con el balón. Segundo, cada vez que recuperaba la posesión jugaba con criterio y verticalidad, cada vez haciendo más daño. Así llegó el gol que sentenció el duelo. Robo de balón en medio campo, pase en profundidad de Fajr para la carrera de Lucas y definición perfecta del punta gallego. Coser y cantar cuando las cosas están claras.
Quedaba media hora de partido pero ninguno de los seguidores del Rayo que casi llenaron el Estadio de Vallecas esperaba que la situación cambiase, de hecho empezaron a oírse pitos por el nulo juego de su equipo. El desquicie máximo lo representó Ebert al protestar tan vehementemente al árbitro que este desenfundó la roja. Los locales no estaban haciendo ni cosquillas a su rival, pero la expulsión ya fue la carta de dimisión del partido. El Dépor estaba a sus anchas, con un Lucas hiperactivo buscando más goles. Es encomiable la actitud del punta repescado del Paok, siempre con hambre en ataque y molesto como pocos en defensa. Se vislumbra un líder para este Deportivo que empieza a coger hechuras de buen equipo.
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