Dos errores para una victoria

Con mejores jugadores en nómina, el Villarreal sacó provecho de sus virtudes tanto como de las desgracias ajenas. Dos errores consecutivos del Granada al intentar iniciar el juego desde su defensa al comienzo del segundo periodo, propiciaron dos goles amarillos y una nueva victoria del conjunto de Marcelino que, a falta de sincronizar movimientos y de que se conozcan los numerosos nuevos futbolistas amarillos de ataque, sigue demostrando que posee esencia de sobras para superar a la mayoría de rivales de la Liga. En el último tramo de partido recortó distancias el Granada y le tocó al Villarreal defender un resultado que le sitúa ya en lo alto de la clasificación.

De inicio, le tocó al Villarreal contener a un Granada intenso y con la lección aprendida, presionando la salida del esférico del conjunto de Marcelino con mejor toque y menor físico que el grupo de Sandoval. Duró poco el propósito. Imprecisos en el pase los nazarís, a la velocidad en las transiciones de los amarillos, con Samu Castillejo de dinamizador, les faltaba la pausa necesaria llegados al área de Andrés Fernández, lo que derivó en un primer acto sin gobierno, con más intención que forma, incapaces ambos equipos en enlazar asociaciones largas.

Sin Bruno sancionado y con Manu Trigueros falto de tacto en este inicio de temporada, a los ataques del Villarreal, más asiduos que los del Granada, les faltaba claridad. Paulatinamente más presentes en terreno contrario, los movimientos de desmarque de Soldado y Bakambu no encontraban asistentes. Más esporádicas resultaban las llegadas de los granadinos con escasos efectivos ofensivos. Las carreras de Success inquietaban algo a la defensa amarilla. Un lejano disparo de Javi Márquez fue todo el bagaje ofensivo del conjunto de Sandoval en el primer acto que tampoco padeció en demasía en defensa, salvo un despeje hacia Andrés Fernández de Lombán, y la verticalidad y velocidad de Samu Castillejo.

Con mejores piezas, el Villarreal se dispuso tras el receso para la victoria. Y encontró el gol de inmediato. Falló Andrés Fernández al querer sacar el juego limpio desde la portería. La presión alta de los castellonenses propició que Samu Castillejo interceptara el pase del portero murciano y lo cediera a Manu Trigueros cuyo disparo desde el borde del área se esquinó de manera imposible para Andrés Fernández. El organizador amarillo, al igual que sucediera en el precedente partido ante el Espanyol, creció en presencia en los segundos 45 minutos junto al impagable trabajo en la recuperación de Tomás Pina. El primer gol del Villarreal en el Nuevo Los Cármenes en su cuarta visita en Primera.

Sin aprender del error, una nueva torpeza, esta vez del italiano Biraghi al intentar combinar estando encimado por Nahuel, propició que el balón cayese a los pies de Bakambu que sorteó con solvencia el achique de Andrés Fernández. El tercer gol del delantero franco-congoleño, un acierto más de la dirección deportiva castellonense. Corría el minuto seis del segundo periodo y el Villarreal tenía ya doble ventaja propiciada por la poca fiabilidad ajena y las virtudes propias. Al Granada le quedaba la épica ante el grupo de Marcelino que rara vez se desorganiza. En una acción a trompicones, Fran Rico recortó distancias a falta de un cuarto de hora. El arreón final del Granada quedó en nada. Dos errores le condenaron.