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El bombardeo acaba con el debate sobre la referencia del Madrid

Los goles de Cristiano en Cornellà le confirman como la figura del equipo de Benítez, que intentó privilegiar a Bale

Diego Torres
Cristiano marca su cuarto gol al Espanyol, ayer en Cornellà.
Cristiano marca su cuarto gol al Espanyol, ayer en Cornellà.Manu Fernandez (AP)

Los veteranos del Madrid, los que se saben la liturgia de memoria, recordaban este verano que la primera llamada de los entrenadores que fichaban por el club iba dirigida al futbolista de referencia en la plantilla. A Pirri, a Butragueño, a Raúl, o a Cristiano. El gesto, repetido por Molowny, Beenhakker, Del Bosque, Mourinho o Ancelotti, era un formalismo. Una deferencia que incluía una consulta retórica sobre sugerencias e ideas para mejorar el rendimiento del equipo. Los mismos veteranos también apuntan que con Rafa Benítez la tradición se interrumpió: el nuevo entrenador inauguró su ronda visitando a Bale en Gales. Y Cristiano, que desconfió de la dilación, hizo un gol en diez partidos —entre amistosos y encuentros oficiales— hasta ayer. Ayer, con llamadas o sin ellas, con o sin consideraciones protocolarias, cerró el debate estival sobre quién es el número uno del equipo.

Cristiano respondió sin parlamentos. Sobre el campo. Con cinco goles en Cornellà que no dejaron lugar a dudas sobre la identidad del hombre de referencia en el ataque del Madrid de Benítez.

A sus 30 años, la gran estrella portuguesa está más segura que nunca de su poderío. También se muestra más reservada que en otros tiempos. Habla poco en público y el repóker no le empujó a romper el silencio. Guardó el balón para su museo de Funchal, se cambió, se subió al autobús y regresó a Madrid sin comentar su hazaña al batallón de reporteros que inmediatamente se lanzaron sobre Benítez para preguntarle la opinión que le merecía lo que acababa de ver: la demolición del Espanyol a manos de Cristiano en una jornada histórica para los amantes de la estadística y la historia comparada de ídolos.

“Uno que mete tantos goles tiene su sitio en la historia, igual que Raúl y Di Stéfano”, dijo el lacónico Benítez.

Hasta ayer Raúl fue el máximo goleador del Madrid. Después de este Espanyol-Madrid (0-6) el sitial del máximo artillero corresponde a Cristiano, que ha metido 231 goles en 203 partidos; por delante de Raúl (228 tantos en 550 partidos) y Di Stéfano (227 goles en 329 partidos). El promedio (1,14 goles por encuentro) resulta tan inaudito como la suma.

Bale, por las bandas

Cristiano abrió el marcador en el minuto seis, rompiendo en velocidad a la defensa del Espanyol en el momento en que avanzaba acompañando un ataque. Modric contragolpeó con un pase soberbio y Cristiano se fue de Arbilla antes de ajustar el tiro. El 0-2 se lo debió a un penalti sobre Bale; el 0-3 lo hizo a un toque de zurda tras anticiparse al central y rematar un centro de Bale desde la izquierda; el 0-5 lo metió para empujar un centro de Bale desde la derecha; y el 0-6 lo enchufó a un toque desde el punto de penalti tras un centro de Lucas Vázquez.

Los dos meses de experimentación de Benítez desembocaron en Cornellà para constatar lo que se sabe desde 2013. Que Bale juega mejor arrancando desde afuera, que Cristiano es quien mejor conoce el oficio del goleador, y que gracias a los movimientos de Benzema todos se entienden más.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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