Guy Ligier, exdirector de la escudería Ligier de F-1

Aunque Guy Ligier no será considerado nunca como uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1, la escudería que llevó su nombre durante 21 años (de 1976 a 1996), sí figura entre las estructuras francesas más reconocidas de esta especialidad.

El pasado domingo 23 de agosto, fallecía a los 85 años este personaje, cuya vida siempre estuvo ligada al deporte, en especialidades y facetas muy distintas. Nacido en Vichy el 12 de julio de 1930, Ligier se vinculó a otros campos antes de establecerse en el automovilismo.

Fue integrante de la selección francesa de rugby antes de ponerse al volante de un monoplaza, primero, y de desplazarse al muro, después. Su condición de huérfano le llevó siempre a buscar sus propios caminos, y su olfato le condujo al mundo de la construcción, en concreto, de las vías rápidas. En ese entorno se rodeó de personas influyentes, como François Mitterrand, con quien entabló relación antes de ser este elegido presidente francés en 1981.

En competición, la primera aparición destacable de Ligier fue en el campeonato de Fórmula 2 de 1964, aunque hasta el año siguiente no pudo sumar sus primeros puntos —terminó el quinto en Pergusa—. En 1966, fue el sexto en los 1.000 kilómetros de Monza, la misma temporada en que debutó en el Mundial de F-1 en un sitio tan especial como Mónaco, conduciendo un Cooper-Maserati privado.

Aquel curso, Ligier terminó las cinco carreras en las que participó, aunque muy lejos de los primeros. Tras su participación en 13 grandes premios entre 1966 y 1967, su palmarés como piloto se limitaría a un punto, conseguido en el Gran Premio de Alemania de 1967 (Nürburgring) al volante de un Brabham, y en ningún caso puede compararse al que figura en la hoja de servicios del equipo que posteriormente dirigió, tras hacerse con las instalaciones de Matra en 1974.

‘Poles’ y triunfos

Ligier Formule 1 debutó en el campeonato en 1976, despuntó pronto y corrió hasta 1996, 21 años en total, en los que consiguió acumular nueve victorias, 50 podios, nueve pole position y otras nueve vueltas rápidas.

La mayor parte de estos logros llevaron la firma de Jacques Laffitte (seis de los nueve triunfos son suyos), por más que también pilotaron para Ligier corredores como Didier Pironi, Jacky Ickx, René Arnoux, Martin Brundle, Johnny Herbert y Olivier Panis, entre otros. El mayor éxito colectivo fue, sin duda, el subcampeonato que se adjudicó en 1980, por detrás de Williams, con Laffitte y Pironi como puntas de lanza.

Guy Ligier decidió desvincularse de la escudería en 1992, y el tinglado lo compró cuatro años más tarde Alain Prost, que la rebautizó como Prost GP, cuya ruinosa gestión terminó con una intervención judicial por culpa de las deudas adquiridas y su posterior desmantelamiento en 2001. En este caso, El Profesor, como se hacía llamar Prost, lo fue menos que nunca.

Retirado a la segunda línea de la F-1, Ligier halló fortuna en el sector de los fertilizantes orgánicos.