La última promesa de Balotelli
El delantero italiano, apartado del Liverpool, regresa cedido al Milan y asegura que se marchará al primer lio que monte "Estoy motivado. No tengo ganas de hablar mucho, sólo de trabajar", dice
Mario Balotelli vuelve a tener equipo. El mismo que le echó en agosto de 2014. A Filippo Inzaghi, entonces técnico del Milan, no le gustaba la dejadez del delantero italiano, ni sus pocas ganas de entrenarse ni su nulo espíritu de sacrificio. “No tiene ganas de trabajar, ni de correr, ni de estar en el grupo. Es un maleducado y luego llora y se hace la víctima”, decía un miembro del cuerpo técnico de Inzaghi.
El club lo vendió al Liverpool del que acabó apartado este verano. Brendan Rodgers, el entrenador de los reds, también acabó harto de Balotelli. Y eso que pagaron por él 20 millones. Un año después, Super Mario vuelve al Milan porque, como dijo hace pocos días Adriano Galliani, el director general, “hay amores que nunca terminan y el presidente Berlusconi y yo somos unos románticos”.
Berlusconi es el mismo que en su día calificó a Balotelli de “manzana podrida que infecta el vestuario”. El Milan quería fichar a Ibrahimovic. No lo ha conseguido y ha accedido a traer cedido a Balotelli que con Ibra comparte representante (Mino Raiola). El mismo representante, por cierto, que en enero aseguraba que su “error más grande” fue el de haber traído de vuelta a Italia a Super Mario (del Manchester City al Milan en invierno de 2013). El mismo también que decía que no le iba a llevar a ningún sitio porque tenía un contrato de cuatro años con el Liverpool y tenía que cumplirlo y demostrar lo que valía.
A sus 25 años y después de ver cómo durante semanas nadie llamaba a su puerta y a las que llamaba su representante todos contestaban no gracias [Sampdoria, Lazio y Fiorentina], Balotelli tiene la enésima oportunidad de rescatarse y no truncar su carrera futbolística (iba por el buen camino). Lo hace, además, a un año de la Eurocopa. Incluso Antonio Conte, el seleccionador italiano, dejó de convocarle.
El delantero italiano ha pasado el reconocimiento médico y hoy entrenará con sus compañeros."Estoy feliz, siempre he tenido al Milan en el corazón y siempre he deseado volver", dijo esta mañana. "Estoy motivado, pero no tengo muchas ganas de hablar. Lo único que tengo que hacer es trabajar. Físicamente me encuentro bien, sólo necesito entrenarme con el equipo", prosiguió.
Llega cedido sin derecho de recompra. El Milan pagará parte de su sueldo (2,5 millones); el resto, corre a cargo del Liverpool donde cobraba 6 millones. Según el diario italiano La Repubblica, Balotelli ha decidido bajarse la nómina a cuatro como primer acto de amor.
Mihajlovic le ha dicho que tendrá que ser el primero en llegar y el último en irse y que si no se empeña le pondrá las maletas en la puerta
El segundo es la promesa que le ha hecho a Sinisa Mihajlovic, técnico del Milan, con el que ya trabajó en el Inter (era segundo de Mancini). El delantero le ha jurado que al primer lio que monte –y hay un largo historial en su carrera: empezando por multas por exceso de velocidad y pasando por fuegos artificiales en el salón de su casa de Manchester- se marchará. Se reunieron, de forma más o menos clandestina, en un aparcamiento en las afueras de Florencia antes del primer partido de Liga.
“Es el ultimísimo tren y Balotelli lo sabe”, ha advertido Galliani. Mihajlovic, por su parte, le ha dicho que tendrá que ser el primero en llegar y el último en irse y que si no se empeña le pondrá las maletas en la puerta de la ciudad deportiva. Según algunos medios italianos, además, Berlusconi le habría llamado hace dos semanas para decirle que se corte la cresta y advertirle que se comporte bien porque los aficionados no le perdonarán ni medio desplante.
Berlusconi, que en su día le calificó de “manzana podrida que infecta el vestuario” le ha llamado para advertirle que se comporte bien porque los aficionados no le perdonarán ni medio desplante
Balotelli, que la temporada pasada jugó 28 partidos con el Liverpool (en todas las competiciones) y marcó 4 goles, disputó su último partido el 28 de abril. No viajó a la gira asiática de verano con el club inglés y lleva entrenándose en solitario desde hace mes y medio. Su condición física es, por lo tanto, una incógnita más. La otra, además de cómo se comportará, es ver cómo encajará en una delantera con Carlos Bacca y Luiz Adriano.
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