Susto y nueva victoria de Carolina Marín en el Mundial de Indonesia
La onubense pasa a los cuartos de final pese a torcerse el tobillo en el primer set
Poco importa ser la número uno y tener el apoyo casi incondicional de la grada. Los partidos se ganan en la pista. En un Mundial todas buscan la gloria. Nadie da un punto por perdido. Todas estas son las señas de identidad de Carolina Marín, pero con lo que no contaba es con los sustos físicos que lleva en el cuerpo. Este jueves se clasificó para los cuartos de final, pese a torcerse el tobillo a mitad de la primera manga, tras deshacerse en tres sets (21-11; 18-21; 21-17) de Yu Po Pai, de Taiwán, en 74 minutos.
Durante algo menos de un minuto se quedó tendida en la pista. Sin mover el pie. Fue instantes después de que su pie derecho resbalara para devolver un volante pegado a la red. Marín, que defiende el título de campeona del mundo, torció el gesto. Entró el médico de la selección española para atenderla y, a los pocos segundos, volvió a apoyar el tobillo maltrecho. Fue solo un susto. "Tras la primera exploración, el pie está estable y no debe ser un problema en próximos partidos", ha asegurado la federación en un comunicado.
Si en el partido de dieciseisavos la número uno del bádminton fue de menos a más, este jueves salió con garra. Al ataque. Dominadora. Machacaba los volantes desde cualquier parte de la pista. Tan rápido fue todo, que, al margen del parón por la lesión, la primera manga la resolvió en menos de 20 minutos.
Errores no forzados
Mantuvo la misma actitud durante el principio del segundo parcial. Llegó a ponerse 11 a 5 y la jugadora de Taiwán no sabía como frenar a la española. Fue en este momento cuando la onubense se marchó del partido. Cometió muchos errores no forzados y vio cómo se le esfumaba el set por 18 a 21.
Llegó a la tercera manga con malas sensaciones. Intercambiaron golpes hasta el ocho iguales; pero ahí volvió el bádminton que le gusta a la mejor jugadora del mundo. Sin dar respiro a su oponente, por mucho que Yu Po Pai se empeñara en perder todo el tiempo posible y frenar el vértigo de los puntos. De nada le sirvió embarrar el juego. Cedió, finalmente, la manga decisiva después de presentar mucha batalla.
Marín ya se encuentra entre las ocho mejores del Mundial. Todavía le quedan tres peldaños por superar si quiere coronarse, nuevamente, como la reina del bádminton. En cuartos de final, que se juegan este viernes (6.30 Tdp), la rival tiene pedigrí. Es la china Shixian Wang, séptima cabeza de serie del torneo, y llevará a la onubense, de nuevo, al límite.
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