Elucubrando sobre el epílogo

Chavales, qué os voy a decir de la etapa de hoy. El recorrido más que claro lo tenéis clarísimo después de la charla de ayer, no hay ninguno de vosotros que no se conozca de memoria las herraduras de Alpe D´Huez, y la situación de los que se juegan la general es más que conocida. Qué queréis que os cuente que no os haya contado ya, ¿os gustaría que os pidiese algo diferente a sobrevivir?.

-Levanta la mano uno simulando ser el tímido de la clase, aunque todos saben que es precisamente el más descarado- Eh…perdona –dice-, se me ocurre que hoy podemos atacar en bloque en el avituallamiento, hasta ahora nunca nos lo has pedido… -La carcajada general estalla en el autobús-.

Muy bien, ya veo que las piernas no te funcionan pero que tu ingenio continúa en buena forma –responde el director-. Joder, ¿porqué no se te ha ocurrido esa idea antes? –le pregunta-. Pues no sé, sin más, no se me había ocurrido, -contesta-. Pues hoy no va a poder ser porque con este kilometraje de carrera de juveniles todo lo que necesitéis lo llevaréis en el bolsillo desde la salida, el líquido ya vendréis al coche a buscarlo, pero tú tranquilo que en la próxima carrera en la que coincidamos ya te tendré preparado algún papel estelar.

Venga, seamos serios y hablemos de lo de hoy que esto ya está ventilado pero aún queda el epílogo por escribir. ¿Vosotros quién creéis que ganará el Tour?

Froome -dice el más rápido a la hora de contestar-, y el resto de corredores se suman a la opinión con gestos afirmativos. Seguramente, yo también lo creo –dice el director-, pero antes tendrá que superar la papeleta de hoy y no se lo pondrán nada fácil.

Tiene mucho margen, y aunque ayer Quintana demostró tener más fortaleza, será complicado forzar el cara a cara antes de Alpe D´Huez; y con tan pocos kilómetros, aunque el colombiano ataque desde la misma base del puerto y él tenga una crisis, sabrá regularse y jugará con sangre fría, -dice el veterano del equipo-.

Sí, será bonito ver lo que sucede hoy -dice el director-. Además las aguas bajan revueltas después de lo sucedido ayer tras el enfado de Froome con Nibali, y eso es un factor que añade más presión al líder –añade otro-.

Yo tengo dos cosas claras –continúa el director-, ambas relacionadas con el orgullo herido. La primera es que Contador el imprevisible, la liará buena en la Croix de Fer; es algo que va en su naturaleza y no se querrá ir de aquí con el aura de perdedor, cosa que sabemos que no es. Y la segunda es que Nibali, con su orgullo semirecuperado tras lo de ayer, será más frío y calculador y forzará el cara a cara contra Valverde buscando subir al podio final.

Lo que no tengo tan claro es cómo jugará sus cartas el Movistar, pues es el único que tiene que mover dos fichas y la estrategia dependerá del movimiento de los otros. No lo tengo claro, pero tengo curiosidad, mucha.

Ah, y otra cosa. Si es verdad que Froome ayer fue calculador con Quintana, tal y cómo él dice, hoy deberíamos ver al mismo Froome del Soudet, a esa apisonadora