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La Bombombera abraza al ‘jugador del pueblo’

El campo del Boca abre sus puertas para la presentación del regreso de Tévez

Alejandro Rebossio
Carlos Tévez besa el césped de la Bombonera, en su presentación en el Boca.
Carlos Tévez besa el césped de la Bombonera, en su presentación en el Boca.Iván Fernández (AP)

El pasado viernes Carlos Tévez anunció por sorpresa en Twitter que tres días después haría la presentación oficial de su regreso al Boca Juniors en la Bombonera, “con entrada libre y gratuita”, y la respuesta de su público fue rápida y contundente. El estadio para 55.000 espectadores en el sur de Buenos Aires se abarrotó para abrazar al ‘jugador del pueblo’, Carlitos, aquel que nació hace 31 años en Ciudadela, en la periferia de la capital, se crió en un peligroso barrio apodado Fuerte Apache y logró en 2003 la liga local, la Copa Libertadores de América y la Intercontinental.

“El que siempre ríe, el amado por todos”, lo presentaba este lunes un vídeo en el estadio, mientras la hinchada se aventuraba a más de una hora de cánticos a favor del Boca y Tévez y en contra de su archirrival River Plate. El que hasta hace pocas semanas era goleador de la Juventus, campeón de Italia y subcampeón de la Champions League, desde un inicio conquistó el corazón de los hinchas del Boca y de muchos en la selección argentina por su simpatía y sus tantos.

Alguna vez se definió como “100% villero” (chabolero) y admitió que si no hubiese sido por el fútbol, habría acabado en el crimen, como dos de sus hermanos, “muerto o en la cárcel”. Otro hermano tiene un grupo de cumbia, Piola Vago, en el que Carlitos a veces canta. Cuando en 2009 Tévez se fue al Manchester City, uno de sus más famosos hinchas, Noel Gallagher, dijo que quería cantar con él.

Atardecía este lunes en Buenos Aires y miles de boquenses se acercaron a la Bombonera, incluido Diego Maradona. La mayoría, jóvenes. Muchos de ellos no eran los socios del Boca ni los que pueden pagar la entrada para verlo. Algunos conocían por primera vez el estadio del equipo más popular de Argentina. Corrían de una puerta a otra del estadio para ver dónde había sitio. Había algunas avalanchas, pero ningún desmán. Tampoco había policías para controlar la violencia ni requisar a los espectadores, como suele ser habitual en los partidos de fútbol profesional en este país. El comportamiento del público fue ejemplar.

Solo hubo quejas de socios y periodistas contra el presidente del Boca, Daniel Angelici, porque sus sitios fueron ocupados por los fanáticos de Tévez. Al jefe del club, que este año enfrenta comicios internos, poco le importaba. Llenó las calles aledañas de carteles que decían: “Gracias Daniel por la vuelta de Carlitos”. Por esas mismas calzadas estaban los miembros de la ‘barra brava’ xeneixe imponiendo una suerte de ‘impuesto’ de 14 euros para aparcar donde supuestamente hay libertad para hacerlo. Pero la mayoría de los hinchas llegaban en autobús y tren.

“Nadie siente a Boca como Tévez. ¿Viste cómo besó el césped de la cancha?”, comentaba Jorge, de 35 años, que había ido con su esposa y sus dos hijos desde los suburbios de Longchamps (31 kilómetros al sudoeste de la capital argentina). Efectivamente, el que fuera canterano del All Boys porteño antes de llegar al Boca e iniciar allí su carrera profesional entró al campo, destacó lo que la hinchada lo quería, pateó balones al público e hizo una reverencia cuando saludó a La Doce, la ‘barra brava’ del club. Jorge fue porque lo convenció su hijo mayor, Mauro, de 14 años. Prometió que ahora irán más al campo y no solo a los partidos “tranquilos de la Libertadores”, en los que suele haber menos violencia que en los de la liga local. Como muchos otros hinchas, llevaba en sus brazos a su hijo menor, Tiziano, de cinco años. Su esposa, Belén, de 31, lloró porque entraba por primera vez en su vida a la Bombonera. Allí cerca estaba Jonathan Aguirre, un hincha de 28 años, que es socio y va siempre al campo, pero que vivía en una zona rural y escuchaba por radio las hazañas de Tévez cuando jugó sus 110 partidos en el Boca entre 2001 y 2004. En aquel tiempo hizo 38 goles. El próximo sábado vuelve a jugar con la camiseta azul y oro.

Tévez, campeón olímpico en Atenas 2004, protagonizó varios escándalos en su vida privada que lo llevaron a mantener conflictos con el entonces presidente del Boca y actual candidato presidencial conservador, Mauricio Macri, amigo de Angelici. También tuvo entonces problemas con su esposa Vanesa, que le ha dado tres hijas y le ha perdonado sus diversas infidelidades. Tévez ha dicho que vuelve por su familia. Después de una carrera que lo llevó a consagrarse campeón de liga con el Corinthians, los Manchester United y City y la Juventus, en la que salvó de la bajada del West Ham a Segunda, regresa a casa también por él.

“Extrañaba mucho. Ahora, estuvo la chance de ir Atlético de Madrid, me llamó El Cholo [Diego Simeone] y tengo que estar agradecido, pero tenía una meta que era volver a casa", contó El Apache en una rueda de prensa previa a pisar la hierba de la Bombonera. “Yo me levantaba todos los días pensando qué día iba a volver. No hay mejor día que este, no se compara con nada. Está es mi gente, no tengo que hablar en inglés ni en italiano y estoy entre familia. Vuelvo a Boca en mi mejor momento”, añadió sin dejar de recordar que se había ido del club en medio de polémica: “Se fue un jugador que el mundo Boca lo había superado. Por eso me fui, todos lo saben. Ahora vuelvo sabiendo que tengo que superar al mundo Boca. Creo que ya lo superé. Y ahora el consejero de los [jugadores] más chicos voy a ser yo. Eso implica dar el ejemplo”. Su desafío en 2015 será ganar una liga que le es esquiva al xeneixe desde hace cuatro años.

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