Sal, disfruta y gana

Estos días, cuando la gente habla de Garbiñe lo hace en clave de futuro, pero yo prefiero hacerlo en forma de presente. ¿Por qué? Porque no es una promesa, sino una realidad en toda regla. Es, sin duda, la mejor noticia de los últimos tiempos para el tenis español y aporta savia nueva a nuestro deporte. Este sábado juega una final importante, en un escenario imponente, pero su proyección va mucho más allá de lo que pueda ocurrir en La Catedral. Esto es solo el principio de lo que va a llegar a ser, de algo grande. Estoy convencido de que va a jugar muchos partidos importantes y nos dará muchas alegrías.

No se llega a una final de Wimbledon si no tienes una base importante y la facilidad que tiene ella para ejecutar los golpes. Está cortada por el patrón de la jugadora moderna que triunfa ahora en el circuito: su derecha es magnífica, le pega duro a la pelota y tiene una envergadura importantísima. Ahora tenemos la suerte de que en el tenis femenino contamos con los dos perfiles, opuestos y compensados: Carla Suárez y ella. Carla es buenísima, técnicamente perfecta, pero no tiene las facilidades de Garbiñe en términos de fuerza y desplazamientos.

Obviamente, hoy no lo va a tener nada fácil. Se va a encontrar enfrente a una de las grandes. Serena sabe que si gana tendrá un poco más cerca el Grand Slam y que puede coronar un año inolvidable. Pero yo confío mucho en Garbiñe; juega increíblemente bien y va sobrada. Estoy seguro de que llegará muy lejos. Ahora se une al club de las españolas que han jugado una final en el All England Tennis Club: Lili Álvarez, Conchita Martínez, Arantxa Sánchez Vicario y ella. Un éxito es importantísimo. Después de todo lo que ha ocurrido últimamente el tenis español necesitaba buenas noticias.

Va a jugar muchas finales y a darnos muchas alegrías"

Y esta, la de Garbiñe, es extraordinaria. Hoy debe disfrutar. Yo pude hacerlo en 1966, así que la viví de forma completamente distinta. No había el despliegue de medios ni los materiales de hoy día; tampoco el glamour de ahora, pero entonces ya te dabas cuenta de que era un torneo especial y diferente. En aquellos años yo me las tenía que arreglar solito. En vez de llegar en coche empleaba el metro; no existían las facilidades actuales. Pero bueno, así se aprende mucho. Garbiñe, afortunadamente, tiene a mucha gente a su alrededor.

Entre todos debemos ir poco a poco enderezando el rumbo del tenis y el éxito de Muguruza seguro que va a contribuir. Un país con tantos buenos jugadores y jugadoras debe saber solucionar sus problemas internos. Afortunadamente, esto ayudará a pasar página más rápido. Años atrás celebramos los éxitos de Nadal, Ferrer, Feliciano o Verdasco, pero ahora cogen el testigo nuestras chicas, con Garbiñe a la cabeza. Y hoy afronta una experiencia única; jugar una final sobre la hierba de Londres es algo incomparable. Sal, disfruta y gana. Mucha suerte.

VÍDEO: La final entre Santana y Ralston en 1966.