Muguruza se desata

Sabía Garbiñe Muguruza que para batir (7-6, 1-6 y 6-2) a la alemana Angelique Kerber, 10 del mundo, una adversaria que suele buscarle las vueltas (3-2 a su favor en duelos directos), tenía que hacer un ejercicio interpretativo muy serio. Medir, calibrar, no pegar por pegar. Por eso, aunque parezca mentira por los 57 golpes ganadores y las 56 subidas a la red que firmó (31 de ellas con éxito), la hispano-venezolana jugó con el freno de mano puesto: “¿56? Es que hubiera subido 200 veces”.

Se contuvo Muguruza, pero sin reprimirse, y ese cálculo le permitió reducir a Kerber después de un partido durísimo (dos horas y 34 minutos de exigencia), de lo mejorcito que se ha visto hasta el momento en el cuadro femenino. “Ha sido muy físico”, puntualizó; “cada punto había que ganarlo 20 veces. Ella venía haciéndolo bastante fácil y se encuentra cómoda conmigo desde el fondo de la pista. Te hace jugar todas las bolas, así que se trataba de saber encontrar el momento”.

¿He subido a la red 56 veces? Si fuese por mí lo hubiera hecho 200" Garbiñe Muguruza

La cosa empezó mal, 3-0 abajo y 15-40, pero poco a poco fue neutralizando el juego de la alemana. Levantó hasta nueve bolas de set en la primera manga (1h.23m) y privó a su rival de 15 bolas de ruptura, de 19. “Al principio iba más desordenada y después he ido poco a poco ordenándome”, explicó. El esfuerzo hizo mella en ella en el segundo parcial, decantado rápidamente para Kerber, así que dejó irse a esta para hacer un sprint final al máximo.

En la recta definitiva, ahora sí, cuando el pulso lo demandaba, una explosión de winners por parte de Garbiñe. Y eso que, matiza, la hierba le cuesta: “Es muy difícil agacharme porque mis piernas son muy largas. Pero bien, estoy adaptándome”. Pese a que en los dos años previos no logró pasar de la segunda ronda, su fisionomía parece estar diseñada para hacer algo grande (más tarde o más temprano) sobre el césped. Su abanico de derechas, planas, poderosas y profundas, son un arma ideal para combatir en el verde.

Y buena falta le hará frente a su rival en los octavos, la danesa Caroline Woniacki (doble 6-2 a Camila Giorgi). “Me espera otro partido duro”, recuerda la número 20 del mundo, a la que le encantaría poder jugar en la central del All England Tennis Club, porque se agigante en los grandes escenarios.

Jugar contra Federer aquí es un premio. Debo ser valiente, a por todas" Roberto Bautista

La jornada también deparó el pase de Roberto Bautista en el cuadro masculino. El español, por primera vez en la cuarta ronda, batió cómodamente (7-6, 6-0 y 6-1) al georgiano Nikoloz Basilashvili y ahora se enfrentará a Roger Federer. “A ver si tengo mis opciones”, decía el valenciano; “es un premio y a la vez un reto. Jugar contra él aquí, en hierba, es muy difícil. Él se siente muy bien aquí, pero tengo que ir a por todas y ser valiente”.

Como contrapartida, el día dejó también la despedida de Pablo Andújar (4-6, 6-0, 6-3 y 7-6 contra Tomas Berdych).