Chile lucha contra el pánico a Argentina
Mascherano recuerda que los países son "hermanos" y pide que la final “no sea una guerra”
La afición chilena se volcó con Paraguay la brumosa noche del martes en Concepción, pero a Argentina apenas le afectó. Nunca hasta ahora los silbidos del público habían impedido escuchar un himno nacional, como le pasó al argentino en el estadio Ester Roa, y será interesante comprobar el sábado si la famosa ‘tarjeta verde’ inventada por las autoridades para unir a los “pueblos americanos” durante la interpretación de los himnos y evitar incidentes, exitosa hasta ahora, será suficiente para calmar a una afición aterrada ante la última exhibición del rival que nadie quería (desde el principio) en la final de la Copa América. Además de su antagonismo regional —ambos países estuvieron a pocas horas de declararse la guerra en 1978 por el canal de Beagle—, la superioridad histórica argentina sobre el césped es flagrante. Chile se ha enfrentado 24 veces con la albiceleste en el torneo. Su balance es paupérrimo: 19 derrotas, 5 empates, 0 triunfos. La Roja no le mete un gol al país vecino desde el Sudamericano de Buenos Aires de 1959, cuando perdieron 6-1.
“Miedo” y “susto” fueron palabras habituales en los titulares de la prensa chilena durante la resaca del 6-1 a Paraguay. “Argentina pasa asustando”, encabezó La Tercera su crónica. “Argentina llega a la final como una aplanadora”, expresó a su vez Mercurio, “y amenaza el sueño de la Roja”. El Gráfico, diario deportivo, fue más escueto: “Argentina mete miedo”. El susto chileno tiene sólidas raíces estadísticas: de las seis Copas Américas disputadas en Chile hasta la fecha, Argentina ha conquistado las cuatro últimas.
El país anfitrión se aferra, sin embargo, a la mejor generación de jugadores de su historia y a estadísticas contemporáneas: es el máximo goleador del torneo y el equipo con más posesión. Historiadores futbolísticos locales rescatan la primera victoria oficial de Chile contra la albiceleste, cuando la ‘Roja’ era dirigida por Marcelo Bielsa, en 2008. Nunca antes se ha dado una final entre ambas selecciones: la voluntad de Leo Messi por conquistar al fin un torneo con su selección augura un partido apasionante. Aunque no marcó ningún gol, la ‘Pulga’ tuvo el martes una actuación estelar: dio tres asistencias y se sintió sobradamente superior ante Paraguay. Hace 22 años que Argentina no conquista un título. Si gana el sábado igualará a Uruguay como campeón de América. Las casas de apuestas otorgan el favoritismo al visitante: se paga una media de 2,10 por la victoria argentina, 3,40 por el empate y 3,60 por la histórica victoria local.
Gerardo Martino será el primer entrenador que juega dos finales consecutivas con diferentes selecciones (fue subcampeón con Paraguay en 2011). La tensión en Chile es máxima a dos días del encuentro. “Los argentinos son muy buenos y además son expertos en hablar y en ensuciar el partido”, dicen varios hombres frente a un puesto de café en la Plaza de Armas de Concepción. “Van a estar recordando lo de Jara toda la semana, ya verá”. Por si acaso, ya avisó ayer Javier Mascherano: “No tenemos que meter a la gente en la política porque somos países hermanos. Esto es un deporte y hay que tomarlo como un divertimento y no como una guerra. Ojalá que todos entiendan esto”.
Al terminar el partido en Concepción, eran los hinchas argentinos quienes cantaban: “Tiene mieeeedo, y Chile tiene mieeeedo”. Todo está listo para un partido, por fin, memorable.
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