España y Francia reeditan la final del Eurobasket 2013 en busca del oro
Cuatro años después de quedar eliminada en Polonia 2011, la selección de Mondelo se mide al equipo galo en semifinales tras un balance de 45 victorias y solo una derrota oficial
El 26 de junio de 2011, la mejor generación de jugadoras de la historia del baloncesto español sufrió el varapalo más duro de sus carreras. Croacia, liderada por Mandir e Ivezic, derrotó a la selección dirigida entonces por José Ignacio Hernández (71-75) en el tercer partido de la segunda fase del Eurobasket de Polonia, la descabalgó del torneo y, al tiempo, truncó su sueño olímpico.
Una colección de problemas condenó a España. Amaya Valdemoro vivió la eliminación desde el banquillo por culpa de una lesión que se produjo en el primer partido del campeonato, Sancho Lyttle se rompió antes del encuentro y jugó 22 minutos renqueante, y Alba Torrens protagonizó, probablemente, la peor actuación de su carrera. Ofuscada y desenfocada, la jugadora de Binissalem firmó una horripilante hoja de servicios: 0 de 7 en tiros de dos, 0 de 6 en triples, dos tiros libres anotados, un rebote, una falta y un -11 de valoración. Laia Palau, Silvia Domínguez, Anna Cruz, Laura Nicholls, Luci Pascua y la propia Torrens permanecen en el equipo actual. La mitad de un grupo que, como las capitanas ya retiradas, Elisa Aguilar y Amaya Valdemoro, interiorizó aquella caída para levantarse a lo grande y comerse la historia. “Nada hace fracasar más que el éxito. Nosotras en Polonia en 2011 sufrimos el fracaso de nuestras vidas en el Europeo y nos quedamos fuera de los Juegos. Éramos las mejores, venía Sancho, los equipos españoles dominaban la Euroliga y parecía que íbamos a partir la pana y luego mira. Ni pana ni nada. El éxito dura poquísimo y el fracaso se te queda grabado a fuego”, repasa Palau, la actual capitana.
Desde entonces, la trayectoria de la selección española se convirtió en una voraz carrera, mezcla de desquite, reivindicación y orgullo, rumbo a las cotas más altas del baloncesto femenino. Hoy 26 de junio de 2015, cuatro años después de aquella eliminación ante Croacia, el conjunto de Mondelo presume de ser campeón de Europa y subcampeón del mundo con un balance de 45 victorias y dos derrotas en 47 partidos. Tan solo Francia, en un amistoso de preparación para el Eurobasket 2013, y la todopoderosa Estados Unidos en la final del pasado Mundial, han sido capaces de derrotar a La Roja. Con siete podios europeos, seis de ellos en los últimos siete campeonatos —con el único borrón de 2011—, España recuperó el trono en territorio hostil, 20 años después del oro de Perugia. Y, el año pasado, alcanzó la luna de la canasta con una plata mundial que elevaba el listón del bronce de 2010.
La grandeza de Maya Moore y Brittney Griner fue inabordable en la final del Mundial. Las estadounidenses, que en los últimos 20 años sólo han perdido un partido, son de otro planeta. Pero las españolas demostraron que son ahora las mejores entre las terrícolas. Con prudencia y ambición, con un juego tan abnegado como recreativo, y con ocho emigrantes curtidas en el exilio como valor diferencial y certificado de madurez, las de Mondelo cruzaron su penúltima frontera, sólo quedan los Juegos. Ayer, ante Montenegro, se aseguraron una plaza en el Preolímpico gracias a la brillante actuación de Alba Torrens (28 puntos, 3 rebotes, 1 asistencia, 3 robos, dos tapones y seis faltas recibidas) que, de nuevo en el día D, acaparaba los galones del equipo. “Fue un partido muy duro. Sabíamos que iba a ser así. Es doble satisfacción porque pasamos a semifinales y nos clasificamos para el Preolímpico. Lo importante fue que a pesar de errores y de un final ajustado este equipo siempre cree en sí mismo para llevarse la victoria”, afirma Torrens. En los cuartos del pasado Mundial sentenció a China con 17 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias; y, hace dos veranos, en el Europeo de Francia, arrolló a la República Checa con 29 puntos también en el decisivo cruce de cuartos. “Siempre intentas estar al cien por cien pero es verdad que cuando llegan los partidos importantes tienes un plus mental que te hace dar más de todo. Eso te hace dar un paso adelante. Pero esto no es mérito de una jugadora. Todas aportamos, cada una coge su rol sabiendo que si da el cien por cien se revaloriza el equipo. Tus objetivos son los objetivos del equipo y vamos todas a por la victoria. A ilusión y ganas no nos va a aganar nadie”, reconoce la alero.
“Hemos llegado donde queríamos, ahora hay que recoger lo que nos dejen encima de la mesa en los próximos dos partidos” afirma Mondelo. “El dos más uno de Anna [Cruz] vale un Preolímpico, la defensa de Laura [Gil] también, el juego de Alba [Torrens] también; somos un equipo; ganamos y perdemos todos. Llevamos tantas finales… había que ganar el partido de Eslovaquia, el de Rusia, llevamos todo el campeonato jugando finales. Hoy otra, con Francia. Si ganamos habrá una más, pero a lo mejor la importante fue contra Montenegro” sentencia.
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