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Ni Neymar ni James, La Roca

Colombia consigue ante Brasil una victoria que los mantiene vivos en la Copa América (1-0)

Trifulca en la que Neymar fue expulsadoFoto: AGENCIA_DESCONOCIDA | Vídeo: reuters live / afp
Ramon Besa

Colombia se enganchó a la Copa América a costa de Brasil. La inexpresividad de la selección brasileña fue sobrecogedora ante un adversario bien trabajado y organizado en defensa, nada del otro mundo, suficiente para derrotar al equipo de Dunga. A los colombianos les alcanzó con un gol a la salida de una falta para marcar las diferencias y tomarse la revancha de la última Copa del Mundo. No aparecieron los centrales brasileños ni tampoco Neymar, desdibujado, muy intermitente y finalmente expulsado, llanero solitario en un grupo calamitoso futbolísticamente, sin grandeza alguna. Tampoco se significó mucho James, que se diluyó con el paso del tiempo en Colombia. La figura del partido fue la Roca Sánchez.

Apremiada por su derrota contra Venezuela, Colombia aceleró el paso nada más comenzar su partido contra Brasil. James asumió el mando con naturalidad y jerarquía, siempre ofreciéndose desde la línea de tres cuartos, por detrás de Falcao y Teo. El juego, sin embargo, se aceleraba en exceso y las pérdidas de balón eran reiterativas, sin necesidad de que presionara Brasil. A los muchachos de Pekerman les faltaba profundidad y precisión mientras los chicos de Dunga se mostraban excesivamente contemplativos, sin hilo de juego, perdido Neymar.

Brasil es un futbolín contra cualquier rival, falto de sus clásicos interiores, entregado a jugadores que no levantan la cabeza del suelo, sin visión de juego, fuertes físicamente y nada talentosos, siempre pendientes de su punta, el único capaz de llevar con dignidad la zamarra del 10. A Neymar, sin embargo, le costaba conectar con el equipo, superado por la intensidad de Colombia. El azulgrana solo se activó después de cruzarse con Zúñiga, el lateral que le rompió la tercera vértebra lumbar en el pasado Mundial y arruinó el Mundial a Brasil.

Neymar le rebanó el balón a Zúñiga y se plantó cerca de Ospina. No atinó en el pase y el juego regresó a los pies de James, igual de detallista que el delantero de Brasil. Al regate de Neymar respondió James con un caño para animar un partido trabado y confuso, sin fútbol por los costados, empeñados los equipos en jugar por dentro y tirar paredes, incapaces de llegar y rematar: no se contó un disparo ni una ocasión hasta el minuto 35 y fue gol de Murillo. Cuadrado botó una falta, se organizó una montonera en el área y el central enganchó el rechace para poner el 0-1.

Colombia, 1; Brasil, 0

Brasil: Jefferson; Dani Alves, Miranda, Thiago Silva, Filipe Luis; Elías (Tardelli, m.75), Fernandinho; Willian (Douglas Costa, m.67), Fred (Coutinho, m.45); Neymar y Roberto Firmino.

Colombia: Ospina; Zúñiga, Murillo, Zapata, Armero; Cuadrado, Carlos Sánchez, Valencia (Mejía, m.79) James; Teófilo Gutiérrez (Bacca, m.75) y Falcao (Ibarbo, m.67)

Goles: 0-1. M. 35: Murillo.

Árbitro: Enrique Osses (Chile). Expulsó después de pitar el final del partido a Neymar y Bacca y amonestó antes a Fernandinho, Firmino y Teo:

Monumental de Santiago de Chile. Lleno. 44.008 espectadores. Colombina derrotó a Brasil por primera vez en 24 años.

Brasil se desquició y Neymar cargó sin motivo con una tarjeta que le impedirá jugar el partido contra Venezuela. Ospina le sacó un remate de cabeza a bocajarro después de una gran jugada y un centro excelente de Alves y el delantero acabó amonestado por el árbitro Osses. No hubo intencionalidad en la mano posterior de Neymar. Hasta el descanso no hubo más noticia de Brasil, reducido por la agresividad colombiana, ejemplarizada en el excelente partido de Sánchez y los movimientos de Teo. A ningún aficionado le sorprendió el marcador por el esfuerzo de Colombia y la racanería de Brasil.

Ni siquiera el absentismo de Falcao penalizó a Colombia. A Dunga no le quedó más remedio que mover el banquillo para combatir la frustración y recurrir a un futbolista fino como Coutinho en lugar de Fred. Mejoró un poco Brasil, intervino más en el juego Firmino y se envalentonó por un momento Neymar. El partido se abrió, perdió la rigidez inicial y las idas y venidas fueron constantes en las áreas de Ospina y Jefferson. Firmino falló un gol a portería vacía después de una mala cesión de Murillo al guardameta y los colombianos se aplicaron en las faltas para detener a Neymar.

El delantero del Barça era el único capaz de dar sentido y velocidad a las largas conducciones de los trotones de Brasil. Neymar jamás se esconde, es atrevido, se ofrece en cada jugada, pero no tiene con quien asociarse para marcar las diferencias en los partidos más ajustados, como el que le planteaba Colombia. Al delantero le faltó pausa y finura para rematar su despliegue constante ante un rival que reculaba cada vez más, desgastado James. Los colombianos se replegaron muy bien y con una defensa de ayudas apenas concedieron oportunidades a Brasil.

Neymar se fue apagando como una vela y a Brasil no le bastó con la sutileza de Coutinho sino que quedó desnuda para suerte de Colombia, siempre parapetada en su zaga y en el volante Carlos Sánchez, el caudillo de la noche en Santiago. A falta de virtuosos, se impuso un futbolista conocido mundialmente como La Roca. La impotencia brasileña fue tan tremenda que el partido acabó de mala manera después que el árbitro pitara el final, con agresiones en los dos bandos, zamarras desgarradas y las expulsiones de Bacca y Neymar.

La tensión continuará en una última jornada tremenda para decidir la suerte del grupo. A Neymar le caerán un mínimo de dos partidos de sanción y Brasil se expone a un ridículo definitivo si no rectifica contra Venezuela después de caer ante Colombia.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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