“Estamos preparados para la guerra”
Pablo Laso y los jugadores madridistas saben que la final será un partido muy duro
Un cuarto perfecto. De eso vivió el Madrid anoche. Un 35-14 en el segundo periodo que fue irresistible para el Fenerbahçe. El resto de parciales fueron negativos para los blancos, pero la excelencia de esos 10 minutos les permitirá luchar por tercera vez consecutiva por conseguir su novena gloria. Pablo Laso se presentó en la sala de prensa exultante y agradecido a sus jugadores. “El segundo cuarto que hicimos fue increíble. Movimos muy bien la bola y tuvimos mucho acierto en el tiro. Es verdad que en la segunda parte bajamos, pero solo permitimos tiros fáciles en el último cuarto”.
Habitualmente el Madrid suele romper los partidos en el tercer cuarto, pero anoche había prisa. Fueron 10 minutos para enmarcar con hasta seis ataques encadenados anotando de tres. En ese cuarto también estuvo imperial Gustavo Ayón, que anotó 12 puntos y aportó gran intensidad defensiva. “Gustavo ha ido creciendo durante la temporada y ahora nos da muchas cosas. Nunca tuve dudas de que recuperaría su mejor versión”, subrayó Laso sobre el pívot mexicano.
El arreón blanco coincidió con Ayón y Nocioni de pareja interior. La muñeca de Rivers acabó por sepultar al conjunto turco. Tres jugadores que llegaron el pasado verano y no conocieron el sabor de las derrotas de 2013 y 2014. Laso quiso remarcar la aportación de Nocioni: “Tiene un corazón enorme y lo transmite a todo el equipo. Su carácter será decisivo el domingo”.
El argentino quiso mostrar parte de ese carácter ya desde la conclusión de la semifinal. “Solo hay que estar un poquito orgullos, aún queda trabajo”. El Chapu apuntó que en la final contra Olympiacos hay que ser más duros. “Para Olympiacos el juego físico que hicimos hoy es como un mosquito. A veces las finales no se ganan jugando lindo”.
“Son un equipo muy físico y con carácter, y además está el de siempre”, dijo Laso, refiriéndose a Spanoulis
Pablo Laso también pensaba ya en la final y asume que el partido ante los griegos será un hueso. “Son un equipo muy físico y con carácter, y además está el de siempre”, dijo el entrenador del Madrid refiriéndose a Spanoulis, verdugo del CSKA en la otra semifinal. Uno de los jugadores que tendrá la misión de parar a la estrella griega será Sergio Llull. “Es un killer que se hace grande en los momentos decisivos”, recalcó el base de Mahón. En la misma línea se pronunció Sergio Rodríguez: “Es imparable, pero hay que intentar limitarle entre todos”.
Olympiacos fue el verdugo del Real Madrid hace dos años en Londres. En aquella final los blancos arrancaron como una moto, llegándose a poner 17 arriba en el primer cuarto. La defensa griega y la exhibición de Spanoulis privaron a los blancos del entorchado continental. “No soy revanchista. Intento siempre mirar hacia adelante”, señaló Pablo Laso cuando se le preguntó si la final se presenta como una venganza. “Me pesa más el partido que viene que el pasado”, concluyó el técnico blanco.
Felipe Reyes se cargó demasiado pronto de faltas y apenas estuvo 12 minutos en cancha. No fue el mejor partido del capitán blanco, pero anoche solo tenía la cabeza en el choque del domingo. “Estamos preparados para la guerra que nos espera. Creemos que nos lo merecemos, pero tenemos que rematar y no cometer errores”, destacó el pívot.
Mañana el Madrid quiere poner fin a una sequía de 20 años. El entrenador que guio al equipo en aquella ocasión ayer estaba enfrente. Derrotado, Zeljko Obradovic no quiso pronunciarse sobre a quien desea ver ganador, aunque deseó “lo mejor” para un antiguo jugador suyo como Pablo Laso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.