“El PSG debe gestionar el duelo sin reservas y esa es la dificultad”
El técnico Luis Enrique incide en su voluntad de no especular con el resultado y dice sentirse cómodo con la presión rival adelantada
El Barcelona firmó uno de sus mejores encuentros de la temporada ante el PSG, rival que históricamente le ha puesto en apuros. Pero el ventajoso resultado de la ida (1-3) le señala como favorito para alcanzar las semifinales, sobre todo ahora que juega la vuelta en el Camp Nou. Para el técnico azulgrana Luis Enrique, sin embargo, nada cambia: “Tengo un feeling positivo, pero vamos a planificar el partido de la misma manera: tener el balón, presionar arriba y estar preparados para el tipo de duelo que se dé”. Y abundó: “El rival tiene que venir a gestionar la eliminatoria sin reservas y esa es la dificultad. Aunque nuestro objetivo claro es ganar el partido”. Así lo entendió el delantero Luis Suárez: “El resultado está a favor pero no hay nada dicho. Y más ante un rival tan complicado como el PSG. Lo más complicado es la confianza de pensar que está resuelto porque ellos tienen calidad para revertir la situación”. Le dio la razón Luis Enrique: “Es un muy buen resultado pero no es definitivo. Necesitamos de otro gran partido para solventar la eliminatoria porque seguro que hay momentos en los que sufriremos”.
La necesidad del PSG, en cualquier caso, no es una gran inquietud para el técnico del Barcelona, que dejó entrever que quizá cambia en algo el sistema táctico pero que se siente cómodo ante rivales que ejecutan el acoso en campo rival “Solemos solventarlo con relativa facilidad, aunque no todos los días son iguales. Es algo que tenemos trabajado y es una decisión del rival con lo que ello significa”. Así que quizá le preocupa más el estado físico de Mathieu (llega con una sobrecarga, aunque Iniesta está listo), y la incorporación de futbolistas que en la ida fueron baja como Ibrahimovic y Verratti. “Con ellos en el campo, el PSG no cambia en nada en lo futbolístico, pero a nivel individual incrementa la calidad y potencia las virtudes del equipo”, resolvió el entrenador, que resaltó el excelente momento físico que atraviesan sus jugadores y volvió a hacer un llamamiento a la afición culé porque “nos hacen más potentes y fuertes”.
Reacio de nuevo a desvelar si continuará en el Barcelona el año que viene -“mi motivación es mañana, día de Champions, que es lo único que puedo controlar. Ya analizaremos la temporada cuando se acabe y veamos que hace el equipo”, comentó-, sí que se entregó a la fiabilidad de Luis Suárez. “Al principio os generó dudas porque los goles tardaban en llegar, pero ya vimos su predisposición, adaptación meteórica y lo que aportaba no solo en finalización, por lo que sólo tengo palabras de elogio”.
Luis Suárez: “Siento que ayudo al equipo”
La mejor versión de Luis Suárez se descorcha en la Champions y también en los partidos grandes, futbolista al que le costó coger el hilo a la competición pero que ahora ha recobrado la puntería. “Uno se exige más y está obligado a demostrar más en los partidos grandes, pero trato de afrontar todos igual”, convino el uruguayo, que está a dos goles del pichichi en la Champions (liderato que comparten Cristiano Ronaldo y Messi), pero que entiende que es un premio menor. “Para nada pienso ser máximo goleador de la Champions. Yo sólo pienso en pasar rondas, que es mi objetivo y también el grupal”, señaló. Resulta que la Orejona es un trofeo que le falta en su vitrina, un trofeo que ansía como pocos. “Siempre quise y soñé jugar una Champions y más con el Barça, equipo con el que siempre quise jugar. Me motivo a cada partido y disfruto el momento. Y, claro, todo jugador quiere conseguir una Champions”.
Suma el delantero 12 goles en los últimos 12 encuentros y ha borrado cualquier duda de su rendimiento al tiempo que tampoco se habla ya de que costó 80 millones. “Lo del dinero no me lo planteo en ningún momento porque sería muy difícil convivir con ello”, expuso; “no sé si ahora es mi momento más dulce. Siento que estoy ayudando al equipo y me siento feliz por ello, pero mientras el equipo esté en forma, estoy satisfecho igual”. Aunque reconoció que también le costó entonarse: “Estuve mucho tiempo sin jugar y me costó un poco, me sentía mal porque veía que no ayudaba lo que quería. Pero siempre me sentí bien aquí. Ni me creo el mejor del mundo cuando hago goles ni me creo el peor cuando hago un error y lo asumo. Los halagos son bienvenidos, pero también perjudican porque te creces”. Suárez, sin embargo, cree tener clara la receta para esa adaptación que elogiaba en entrenador: “Llegaban críticas y me ayudó la gente que me rodea, además de que los compañeros me siguieron dando el balón y el técnico me siguió poniendo. Con trabajo y sacrificio pueden salir las cosas adelante”.
Entre esos compañeros destacó a Neymar y Messi, con quien conforma una tripleta ofensiva de muchos quilates. “Al llegar al club me dijeron que hiciera lo mismo que en el Liverpool y eso te sienta bien”, señaló el uruguayo; “es un privilegio conversar y convivir el día a día con ellos. Pero los tres somos conscientes de que debemos rendir a nivel grupal. No importa quien haga el gol sino que el grupo siga unido”.
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