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Rossi vence en Argentina y deja a Márquez en el suelo

El de Yamaha se muestra espectacular e inmisericorde tras en una fabulosa remontada

Nadia Tronchoni
Rossi celebra su triunfo en Argentina.
Rossi celebra su triunfo en Argentina.MARCOS BRINDICCI (REUTERS)

Marc Márquez sabía con quién se estaba jugando los cuartos. Pero él nunca cede. Nunca lo ha hecho. Y no lo hará ahora tampoco, cuando todos los focos le iluminan. Siempre le gustó ganar a lo grande. Jamás escondió su devoción por las maniobras de Rossi, aunque rozaran los límites de lo permitido, de lo elegante. Así que, llegado el momento, se atrevió también él a dejarse la elegancia en casa. Otra vez. Aunque fuera Valentino Rossi ese a quien le ponía la rueda bien cerquita. Ocurrió, sin embargo, que esta vez no fue él quien ganó. No se deja amedrentar Rossi, gallina vieja. Y en cuanto sintió su embestida, tiró. Sin escrúpulos. Y aquel, poco acostumbrado a que compitan con la misma agresividad con la que él lo hace, se fue por los suelos. No tuvo contemplación el nueve veces campeón del mundo.

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La carrera quedó sentenciada, pues, a tres giros para el final. Había cazado el italiano al de Honda, marcado el rendimiento de ambos por su elección de neumáticos, y se acercó peligrosamente a él al final de la recta de meta. Le tomó el interior, a su izquierda, en la segunda curva, pero Márquez, convencido, siempre peleón, resistió y salió de la tercera todavía primero. Así llegaron a la frenada del final de la contrarrecta, la mayor del trazado, y allí volvió a atacar el de Yamaha: le volvió a ganar el interior en la quinta curva, aquel volvió a insistir, le dio un golpe carenado con carenado, y al hacer el cambio de dirección para tomar el sexto viraje Rossi –“Lo siento pero he notado que me tocaba en medio de la curva, espero que esté bien. Ha sido una carrera fantástica”, dijo nada más bajar de la moto– provocó la caída del campeón.

Para alargar la batalla –la victoria se le empezaba antojar dificilísima– le faltó precaución a Márquez, que intentaba dificultar la maniobra a su rival. Y acabó en tierra. Irrecuperable su moto. Perdida la carrera. Y los 20 puntos que hubiera sumado de haberse conformado con la segunda plaza. Ahora tiene 36 puntos, por los 66 de Rossi, el líder, espectacular, despiadado, inmisericorde.

Rossi celebra su triunfo con una camiseta de Maradona.
Rossi celebra su triunfo con una camiseta de Maradona.Nicolás Aguilera (EFE)

A esas tres últimas vueltas se llegó tras una extraordinaria carrera de ambos, excelentes en el manejo de la estrategia. La decisión se cuajó durante todo el fin de semana. La elección, en el caso de Márquez en la misma parrilla de salida, se tomó en los últimos minutos. El dilema era si correr con el neumático duro o el extraduro, los dos compuestos que Bridgestone había presentado en el circuito de Termas, terrible con las gomas. Al neumático duro se le suponía con más agarre y mejor en las primeras vueltas, pero con menos durabilidad; el extraduro se presuponía el ideal para la carrera por su mejor resistencia en un circuito que desgasta tanto los neumáticos. Márquez no notaba una gran diferencia entre ambos, decía. La temperatura, sobre todo, le haría decantarse por uno u otro.

Todos sabían que su elección de neumáticos marcaría la carrera: el duro fue el que permitió a Márquez escaparse, el extraduro ayudó a remontar a Rossi

Pero también contaba la estrategia. Si confiaba en escaparse en los primeros giros y sacar suficiente ventaja a sus rivales como para resistir en las últimas vueltas, saldría con el duro; si lo veía más complicado, si anteponía un mejor rendimiento en las últimas vueltas para atacar la primera posición al final y no al principio, donde suele fallar en las salidas, optaría por el extraduro. La primera era la opción más arriesgada, sobre todo porque podría ser el único piloto oficial que se decantaría por el duro, el compuesto más blando del que ellos disponían en Argentina. Y así fue, solo le acompañó Crutchlow en su decisión.

Todos sabían que su elección marcaría la carrera. Y así fue. El neumático duro fue el que permitió a Márquez escaparse en los primeros compases de la carrera. El neumático extraduro fue el que ayudó a Rossi –noveno a su primer paso por meta– a ir mejorando su ritmo a medida que avanzaba la prueba. La incógnita es por qué no pudo acompañarle Lorenzo en su ataque. Ambos disponían del mismo material, pero el mallorquín se quedó atrás después de solo ocho vueltas. Y acabó quinto.

Además de Rossi, al podio se subieron Dovizioso (otra vez) y también Crutchlow, corte de mangas incluido, tras superar en la última curva a la Ducati de Iannone.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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