El Valencia no cede

Abrazado a la tercera plaza, el Valencia no está dispuesto a ceder su privilegiada posición. Fresco de piernas y de mente, sin nada que le distraiga, con todos los sentidos en la Liga, la única competición que disputa, el conjunto de Nuno cree en sí mismo, en sus posibilidades que le alcanzan para derrotar con orden, trabajo y solvencia a rivales como el Elche que se juega la vida en cada partido. Sin concesiones, gobernando el encuentro desde el inicio, el Valencia hizo valer su superioridad ante el sufrido conjunto de Fran Escribá que hace lo que puede con lo que tiene. A falta de diez jornadas el Valencia ya dispone de 60 puntos. Un logro, un sueño para el valencianismo.

Sin hacer ruido y acaparar portadas el Valencia está donde quiere. La grada de Mestalla es exigente y, a pesar de los tiempos de penurias que estaban viviendo en las últimas temporadas, siempre ha mantenido el orgullo de un noble. La llegada del maná de Peter Lim no hizo más que despertar los sueños de grandeza de una afición fiel, comprometida, maniquea en ocasiones. El objetivo para el actual curso era innegociable, alcanzar la clasificación para la venidera Liga de Campeones. Hacerlo de manera directa sería de nota. Camino va de ello de la mano tranquila de Nuno.

Desde el comienzo del encuentro el Valencia puso la directa. Un error de Enzo Roco, que entregó el esférico a Piatti, propició la primera gran ocasión del Valencia. El extremo argentino cedió el esférico a Alcácer que pudo sortear la salida desesperada de Tytón no así evitar a Lombán que salvó el tanto en la raya de gol. Bien dispuesto, desde el inicio el conjunto de Nuno quiso imponer su estilo y formas ante un Elche en principio irreverente que no renunciaba a llevar el peso del partido, fiado en ataque al poderío físico de Jonathas, un hueso para Mustafi y Otamendi, inconmensurables los centrales ché.

El Valencia, superior a ras de suelo, también se imponía en el juego aéreo. Otamendi, nada más comenzar el choque, pudo batir a Tytón tras el lanzamiento de una falta lateral. Al cuarto de hora, Alcácer desviaba a gol con la espuela un cabezazo de Mustafi. El tanto fue invalidado por un fuera de juego milimétrico. Mostraba el Valencia una producción ofensiva superior a encuentros precedentes, con Feghouli y Piatti hiperactivos, beneficiado el argentino por la cartulina amarilla mostrada a Damián a los cinco minutos que limitó defensivamente al uruguayo al que se le multiplicaba el trabajo con las incorporaciones de Gayà. Y a punto de llegar el descanso, un centro al pasado al segundo palo de Piatti fue rematado por Feghouli rechazado por Tyton como pudo rechazó el tiro del argelino no así el de Andre Gomes pendiente de la jugada.

El Valencia se había trabajado la ventaja merecida por su juego y ocasiones. Y refrendó la victoria antes del cuarto de hora del segundo tiempo en una gran jugada iniciada por Feghouli, continuada por André Gomes y culminada por Alcácer a un toque, si adornos, siempre en el sitio. Enzo Roco en propia puerta y Otamendi de cabeza, confirmó la goleada para un Valencia en estado de gracia.