El gol sin Mandzukic
Ante la armadura del Valencia, Simeone prefirió de inicio la fortaleza de Torres a la envergadura del croata
Que era un jugador importantísimo lo dijo antes de que comenzara el partido y con el ánimo de evitar que el futbolista siguiera dándole vueltas a su suplencia ante el Sevilla. Pero frente al Valencia Mandzukic volvió a quedarse en el banquillo, esta vez en lugar de Fernando Torres, titular en ataque junto a Raúl García. La presencia del Niño ofreció al Atlético algo que busca desesperadamente Simeone desde que Diego Costa abandonase el equipo en verano. Su velocidad, muy potente en los primeros metros, desahoga al equipo cuando despeja un balón o advierte una posibilidad de contragolpe. Torres parece haber entendido que su labor es además la de batallar con las defensas rivales, tanto por alto (algo que también hacía Mandzukic) como por bajo, donde parte con cierta ventaja respecto del croata. "Jugamos con las características de Raúl y Fernando arriba para dar un trabajo mayor en el centro del campo", se justificó Simeone tras el encuentro, cuestionado por la dupla atacante.
Buscamos voracidad ofensiva y Fernando tiene características de profundidad", se justificó Simeone
Otamendi y Mustafi se las vieron con el delantero español, siempre al quite en cualquier jugada que requería de su velocidad de piernas. Bien es cierto que una vez controlado el balón aparecen las lagunas. El internacional español necesita de otro compañero para completar el trabajo. Es ahí donde le acompañaron jugadores como Koke o Arda. El turco con su habilidad y el canterano por su capacidad para rematar sin necesidad de demasiado espacio aprovecharon las dejadas de Torres lastrando la fortaleza defensiva del Valencia. "Buscamos voracidad ofensiva y Fernando tiene características de profundidad. Quise introducir un jugador en el medio del campo más Raúl ante el supuesto ataque que esperábamos del Valencia, que no se dio. En el segundo tiempo viendo que nos costaba salir intenté con Mandzu tener una mejor salida de balón con la posesión, pero al tener que sustituir a Koke tuvimos que cambiar de nuevo", ahondó el técnico argentino.
Con mayor velocidad en las bandas con Gayá y Barragán, el cuadro de Nuno se vio en inferioridad en cuanto a fortaleza física, arma a la que se agarró el Atlético cuando las combinaciones empezaron a escasear. Fruto de una jugada de estrategia en el saque de una falta llegó el tanto de Koke, precisamente tras una dejada de Torres y un acompañamiento de Tiago. El golpeo raso, fuerte y contundente del medio vallecano hizo que la estirada de Alves quedase en nada.
Con el gol el Atlético mutó y cambió un delantero por un medio, retrasando la posición de Arda, dejando solos a Raúl García y Torres en ataque. Aunque de inicio Simeone se había olvidado de él, la grada coreó el nombre de Mandzukic cuando el croata comenzó a calentar al comienzo de la segunda mitad. El cansancio de Torres y la necesidad de mantener el resultado convencieron al técnico argentino de que su entrada en el campo ahora sí que resultaría definitiva. Lo hizo en lugar del español a falta de media hora para el final. Agradeció pronto el apoyo del público el ariete pues en su primera carrera presionó tanto a Mustafi que el alemán envió el balón fuera. Por si acaso, también cayeron gritos a favor de Simeone, no fuera a parecer que la afición cuestiona las decisiones del un técnico al que idolatra.
Sin embargo, en el abanico de estilos y de virtudes, el argentino parece decantarse por el perfil de Torres, más afín a su plan. Y esa decisión no entiende de cánticos.
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