El Betis pide ayuda al Madrid para acabar con los ultras
Una delegación del equipo andaluz se desplaza al Bernabéu para visitar la Grada de Animación y estudiar cómo funciona
“¡Alé, Rubén Castro, alé! ¡Alé, Rubén Castro, alé! No fue tu culpa. Es una puta, hiciste bien”, eso se cantó en las gradas del Benito Villamarín el pasado 22 de febrero. El cántico iba dirigido a la expareja del delantero verdiblanco Rubén Castro, para el que la fiscalía pide dos años y un mes de prisión por cuatro delitos de maltrato y uno de amenazas. A la espera de que el Comité de Competición abra expediente y el juez instructor decida el castigo que impondrá al Betis, una delegación del club andaluz se desplazó el jueves al Bernabéu.
Han pedido ayuda y consejo al club blanco —que decidió echar a los radicales en noviembre de 2013— para terminar con los ultras o, al menos, canalizarlos en una grada de animación para poder controlarlos. Se han interesado por las medidas de seguridad, los controles y en qué parte del estadio está ubicada. Ayer la visitaron. “Lo que les hemos explicado al Betis es cómo transformar a los radicales bajo el control del club, cómo educar a la gente, cómo crear, mantener y controlar una grada de animación”, explican desde el Madrid.
La Grada Joven del Bernabéu tiene 1.500 miembros, 42 de ellos han sido expulsados por no cumplir con la reglamentación impuesta por el club. Los hinchas que pertenecen a la grada de animación, aparte de cumplir el requisito básico de la edad —tener, en teoría, entre 16 y 35 años—, tienen una serie de beneficios y limitaciones y para acceder a ella han tenido que firmar una serie de documentos. Todo eso ha querido estudiar el Betis.
Los abonos de la Grada Joven, más baratos que los de los demás socios, son intransferibles. Solo el poseedor puede acudir a ella y, en caso de que falte, puede ceder el abono únicamente al club que, a su vez, se lo cede en forma de entrada a uno de los preinscritos en un listado específico. El dinero recaudado se destina a los gastos de la grada. Si se falta a más de cinco partidos se es expulsado. El club ha prohibido inscribirse a la grada de animación de forma individual; se entra únicamente a través de una organización legalmente constituida. Otra de las condiciones puestas por el Madrid es que la grada sea compuesta por distintos colectivos para que todo no sea propiedad de un solo grupo.
El club blanco se hace cargo de los gastos de los tifos y se ha creado un Comité de Coordinación de la grada que se reúne semanalmente y antes de cada partido con representantes del club para pactar las consignas de los cánticos y de los mosaicos. El club se encarga también de llevar la cuenta de Twitter y Facebook de la grada de animación. “Le hemos dicho al Betis que lo prioritario es decidir cómo hacerlo y cuál es el objetivo, además de enseñarle el proyecto a la Comisión Antiviolencia y a la Liga para que les den ayuda y apoyo”, concluyen desde el club blanco.
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