25 remates, un gol, dos puntos perdidos para el Madrid
El equipo de Ancelotti se fue metiendo en el área del Villarreal, pero sin el acierto de los últimos partidos
A Lucas Silva la entrada del equipo de baloncesto –que este domingo enseñó al público la Copa del Rey conseguida contra el Barcelona- le pilló rezando. Tuvo que interrumpir sus oratorias ante la llamada del capitán Iker Casillas que convocó a los suyos al borde de la zona técnica para recibir a Pablo Laso y compañía. El brasileño retomó sus oraciones antes de que el árbitro pitara el comienzo del partido.
A otro Dios, el del gol, le rezaba Cristiano. El portugués no marcaba en Liga en el Bernabéu desde el pasado 6 de diciembre (triplete contra el Celta). Rompió la sequía en el momento más oportuno para el Madrid. Nada más empezar la segunda parte y después de haber cerrado la primera sin acierto. Adelantó a los suyos de penalti y tras una gran jugada con Bale. La conexión Gales-Portugal a punto estuvo de acabar con el Villarreal en los dos minutos siguientes. Asenjo paró un disparo de Cristiano y Bale envió otro al segundo anfiteatro.
Los blancos concluyeron los primeros 45 minutos con 12 disparos: sólo uno de ellos, de CR, a puerta
Y, sin embargo, las oraciones más atendidas este domingo, fueron las del Barcelona: el único que salió beneficiado del empate entre Madrid y Villarreal (Gerard firmó el 1-1 menos de diez minutos después del penalti de Cristiano) ya que recorta distancias en la Liga y se coloca a dos puntos de los de Ancelotti a tres semanas del clásico.
Fue el Villarreal, con muchos suplentes, quien empezó el partido poniendo la quinta marcha. Un paradón de Casillas en uno contra uno de Gerard y la cabeza de Carvajal, que se tiró en plancha en el rechace de Moi Gómez, impidieron que los de Marcelino se adelantaran en el Bernabéu. Ahí, en ese cabezazo del lateral en la línea de puerta, terminó el empuje del Villarreal. Lo retomó con la entrada de Vietto y Trigueros a la hora de partido.
El Madrid fue metiendo poco a poco al rival en su área. Pero sin el acierto goleador de los últimos partidos. Los blancos concluyeron los primeros 45 minutos con 12 remates: sólo uno de ellos (de Cristiano) fue a puerta. Otro, de Bale con la derecha, que era más un centro fallido que un disparo buscado, se estrelló en el larguero. Otros tres fueron tres cabezazos de Varane y Pepe en otros tantos saques de esquina lanzados por Kroos. Más de lo mismo le ocurrió en la segunda parte: 13 remates más. 25 en total y un único gol, de penalti. Insuficientes para derrotar al Villarreal.
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